La activista Yesenia Zamudio, cofundadora de Ni una menos México y madre de María Jesús, víctima de feminicidio, llamó a dejar de llorar por las paredes y monumentos para voltear a ver el problema real que existe en el país: los asesinatos y las desapariciones de mujeres.

“He visto a muchos llorar últimamente por paredes, le han trasladado valor y respeto a las paredes a algo que tenga un costo económico, como un bien y hemos dejado de ver realmente lo que tiene valor que es la vida, la vida de las personas”, reprochó.

Al participar en el evento por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres advirtió que familiares de mujeres asesinadas y desaparecidas siguen sufriendo violencia institucional, ya que las autoridades no les hacen caso, no aplican protocolos, revictimizan, a veces amenazan a las víctimas, y en algunos casos a los policías los premian y a las niñas que denuncian les dicen mentirosas. “El problema es grave y lo tenemos que pintar en una pared para que lo vean”, advirtió.

Antes de la presentación del cortometraje "Nosotras" de "El Día Después" advirtió que muchas personas no alcanzan a ver cuidando las formas, por lo cual, ella, “rompiendo las formas” señaló que ningún familiar ha llorado por la pared a la que le han estado “lloriqueando” en sus monumentos.

“He visto a muchas personas llorando por las paredes y los monumentos y dicen que pagan sus impuestos, cuando muchas personas no saben lo que es un impuesto; dejemos de hacer el ridículo todos y veamos el problema real que nos están matando”.

Yesenia advirtió la necesidad de hablar por las mujeres desaparecidas, las olvidadas, pidió no llamar a las cosas con palabras técnicas que se escuchan muy bonito, sino como son.

“Nos hemos convertido en una porquería de sociedad que ahora le lloriqueamos a los monumentos y a las paredes”, advirtió molesta por las críticas que han dado más importancia a pintas, que al fondo de las protestas.

También exigió dejar de disfrazar la cultura de violación, llamar las cosas por su nombre y recordó que las autoridades hacen poco o no hacen nada cuando hay denuncias, y encima de todo, la sociedad muchas veces responsabiliza a las víctimas.

Invitó a llamar las cosas por su nombre, a dejar de llorar a las paredes y a dar espacios a quienes son víctimas de delitos y nadie las atiende. También pidió a la ciudadanía indignarse por los homicidios y ejemplificó que su hija fue asesinada por un servidor público que sigue libre.

“Yo sí les vengo a reclamar que nos están matando y nadie quiere voltear a ver, la violencia hacia la mujer es institucional, es económica”.

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