A pesar de que los políticos y autoridades de los diferentes niveles de gobierno siguen asegurando que prevalece apertura para atender las necesidades de los grupos transexuales en el Estado de México, la realidad es que continúan desprotegidos en diferentes rubros, por ejemplo, el acceso a la educación en sus diferentes niveles, enfatizó la representante de este sector, Miranda P., quien lamentó que haya mucho ignorancia en estos temas por parte de la población.
De esta forma, Miranda P. coincidió con otras integrantes de estos grupos, en el sentido de que dicho segmento de la población es excluido de la posibilidad de acceder a la educación. “No tenemos más que cuestionarnos cuántas jóvenes trasn se encuentran en algún plantel, yo únicamente conozco un caso”.
Dijo estar consciente de que existen instituciones de educación que han registrado mayor apertura, pero otras, en las cuales “de plano nos han cerrado las puertas. Lamentablemente, nos hemos enfrentado a la situación de que hasta las escuelas sin mucho reconocimiento nos rechazan lo mismo a nivel medio superior que superior”.
En este contexto, aseveró que la realidad hace algún tiempo era más difícil. “Estoy hablando de que hace 10 años no tuve la posibilidad de ingresar a estudiar en la entidad, ahora tengo 34 y tuve que emigrar a la Ciudad de México para lograrlo”.
Sostuvo que la situación es todavía más complicada cuando han tratado de ingresar a un ICATI o Cbtis, en donde les han dicho que si sus documentos son de sexo masculino, entonces son hombres, por lo que no se les da el valor de reconocimiento a su identidad.
Al no haber posibilidad de que se preparen en el ámbito educativo dicho sector queda marginado de un empleo digno, ya que además, son mínimas las empresas que se colocan el distintivo de inclusión, como American Express.
Mencionó que existe un grupo especial denominado Adil que se dedica a colocar en algún puesto laboral a personas de la diversidad sexual, mediante la firma de diferentes acuerdos y la concientización hacia las empresas, sin embargo, hace falta mucho por hacer.