Toluca, México.- Mientras el obispo de Toluca, Francisco Javier Chavolla Ramos, hizo un llamado a los peregrinos para caminar el orden a los pies de la Virgen de Guadalupe, el obispo auxiliar Maximino Martínez Miranda, pidió a los casi 40 mil guadalupanos que salieron rumbo a la Basílica de Guadalupe, orar por la paz y evitar a toda costa la violencia que hoy lamentablemente afecta al país.

En la homilía de la misa de buen viaje celebrada en la Catedral de Toluca, el obispo monseñor Chavolla Ramos hizo un llamado a los peregrinos vivir la fraternidad en este acto de fe y compartir lo que tienen.

Pero también, exhortó a los miles de peregrinos para que caminen en orden, “muchas veces hay gente que no quiere obedecer y eso les trae problemas no sólo a ustedes sino a todos, pues se ponen en peligro. La misma policía dice que es muy difícil cuidar a grupos que se adelantan, por eso vayan en orden y obedezcan a su gente, ánimo, vayan a la casa de nuestra madre ahí nos veremos el jueves”, refirió.

Al respecto, el obispo auxiliar de Toluca, Maximino Martínez Miranda informó que en esta peregrinación participan alrededor de 70 mil peregrinos, aunque parten de Toluca cerca de 40 mil y los 30 mil restantes se van sumando.

Recordó a los romeros que caminar para visitar la casa de la Virgen de Guadalupe es como cuando un hijo que trabaja fuera, va a su casa a visitar a su mamá, “durante el camino tenemos que sentirnos como una verdadera familia, como hijos de Dios que luchan por vivir en comunión a través de la oración, el canto de alabanzas y ayudándose los unos a los otros”, destacó.

Asimismo, les pidió a los guadalupanos vivir como hijos de Dios no como enemigos, “este es un buen momento para pedirles a todos peregrinos y los que no pudieron salir, pero que desde casa se unen a la peregrinación, a que pidamos mucho por vivir el reino de Dios”, agregó monseñor Martínez Miranda.

En este sentido, subrayó, el reino de Dios es de paz y no de violencia, y por tanto se tiene que orar por la paz, “estamos en las manos de Dios y tenemos que aceptar contratiempos, por lo que pedimos que Dios nos ilumine. El quizás nos habla a través de los sismos y nos recuerda que tenemos que pensar en lo trascendente y la vida eterna, pues nuestro destino no está aquí sino en el cielo”, finalizó.