El secretario de la comisión de Procuración y Administración de Justicia en la Legislatura local, Gerardo Ulloa, llamó a la Secretaría de Seguridad estatal a entregar el equipo de bioseguridad necesario para enfrentar la pandemia provocada por el Covid-19, al personal médico que atiende a las personas privadas de su libertad, en el Estado de México, como: guantes cubrebocas, googles y trajes tipo Tyvex.
También pidió garantizar la aplicación de protocolos sanitarios en todos los centros penitenciarios del Estado de México, a fin de evitar mayores contagios, pues ya han fallecido algunos internos, trabajadores, e incluso un médico; por lo cual urgió a las autoridades a tomar cartas en el asunto y a investigar si hubo omisiones que favorecieron el ingreso y los brotes de esa enfermedad en las prisiones.
La información de la Secretaría de Seguridad mexiquense refiere que hay 77 personas privadas de la libertad en aislamiento por presentar síntomas de coronavirus y reconoce tres fallecimientos, pero el legislador consideró que la información es parcial, pues sólo en el penal de "Santiaguito" de Almoloya de Juárez hay constancia de cuatro muertes por esa causa entre el personal del centro y los internos.
Exhortó a la secretaria de Seguridad Maribel Cervantes a transparentar el padrón de personas privadas de la libertad enfermas por Covid-19 y a dar a conocer cuántas personas entre personal de guardia y custodia, médicos, enfermeras, trabajadores administrativos e internos se encuentran enfermos de coronavirus y también si a todos les han brindado los servicios médicos especializados necesarios para enfrentar esa enfermedad y evitar más contagios y fallecimientos.
El diputado local de Morena refirió que la infraestructura carcelaria en el territorio mexiquense sólo está diseñada para albergar a 13 mil personas privadas de su libertad, pero en estos momentos hay más de 30 mil mujeres y hombres en los distintos penales, por lo cual es difícil atender las medidas establecidas por las autoridades, entre ellas la de la sana distancia.
Afirmó que la corrupción al parecer abrió las puertas de las cárceles mexiquenses al Covid-19, pues aún cuando se limitó el acceso de personas, de familiares, e incluso la introducción de objetos del exterior a los centros penitenciarios el cerco se rompió, no se tomaron las medidas preventivas para evitar la propagación del coronavirus y ahora hay un brote importante de esa enfermedad que ya ha cobrado vidas humanas.
La sobrepoblación, el hacinamiento y las precarias condiciones de higiene en las que viven las personas privadas de la libertad, precisó, también provocan que las cárceles sean un caldo de cultivo para el contagio de esa enfermedad, por lo cual es necesario que las autoridades actúen y garanticen el acceso a la salud de las personas.
Gerardo Ulloa también exhortó a la Secretaría de Seguridad y a la Secretaría de la Contraloría estatal a iniciar una investigación a fondo por posibles actos de corrupción y omisiones que contribuyeron al ingreso y propagación del coronavirus dentro de las cárceles mexiquenses, a identificar a los probables responsables y a tomar las medidas necesarias.
Internos han denunciado a través de este medio la existencia de Covid-19 en penales mexiquenses, pero también de enfermedades como la hepatitis y el hongo de la cárcel que afectan a personas privadas de su libertad, y han acusado que las autoridades no tienen medicinas para atenderlos.