En los últimos años las entidades federativas han sufrido una pérdida de poder y han visto menoscabadas sus competencias porque la federación se las ha ido "comiendo", sin oposición de las Legislaturas locales.
Al dictar la conferencia “Cuestiones políticas no judiciales”, dentro del Primer Congreso nacional de Federalismo Judicial, Leticia Bonifaz Alfonzo, experta en el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer resaltó que la clave del federalismo está en la distribución de competencias, aunque hay algunas concurrencias.
No obstante, detalló, la Federación ha ido tomando cada vez más competencias, en menoscabo de lo local y cuestionó por qué las entidades federativas han ido cediendo ante la Federación.
Alertó que los códigos nacionales son aberraciones, pues no son propios de un estado federal y los institutos nacionales toman competencias y tienen intromisión en los estados.
"Lo que sí vamos viendo es una pérdida de poder por parte de las entidades federativas que van viendo menoscabadas sus competencias porque la federación se va comiendo la competencia local, y se va comiendo la competencia local porque quiere, y porque puede", precisó.
La disminución de competencias, dijo, se ha dado porque es muy fácil reformar la Constitución, pues requiere el voto de las legislaturas locales, que nunca se han opuesto a perder atribuciones.
Este achicamiento, dijo, ha sido con el consentimiento de las entidades que no han tenido la fuerza política para oponerse, por un tema político y económico.
Preguntó qué entidad se puede oponer a la federación y decir no, y ejemplificó que en la reforma energética sólo dos estados se opusieron: Tabasco y Morelos, pero en otros se avaló "fast track".
Las aprobaciones de las Legislaturas de los estados, dijo, se han dado en automático, independientemente del partido en el gobierno, casi en efecto dominó, aún cuando podrían oponerse, pero lo avalan sin decir nada.
La razón puede ser política, pero también económica, pues la única entidad con mayor independencia en recursos, precisó, es la Ciudad de México, pero el resto depende de las participaciones federales y un rechazo a las reformas podría impactar en menos recursos, por lo cual asumen lo que diga la Federación.
La especialista señaló que un tema político se debe procesar políticamente, y si es de derecho debe ser de esa manera.
Advirtió que la relación entre la política y el derecho es muy cercana, por lo cual, en ocasiones se confunde y muchas veces la primera, la economía o lo social condicionan al derecho o viceversa.
Sostuvo que se ha exagerado en cuanto al poder del Derecho y sus posibilidades, pues se le ha dado una carga extraordinaria para decir que todo entra al cauce jurídico y ahí se resuelve, cuando en la realidad muchas veces la política, la economía y lo social condicionan al Derecho.
La especialista señaló que derecho y política no son lo mismo y se debe mantener la diferencia entre cada uno y no confundirlos, pues cada una tiene sus características.