En los últimos dos años 531 niños y adolescentes mexiquenses se han quedado en la orfandad a consecuencia de los feminicidios de sus madres, así lo advirtió Carolina Alanís titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Estado de México.
“Desafortunadamente son 531 (huérfanos), con quienes vamos en acompañamiento permanente con las familias”, precisó la funcionaria estatal al ser abordada la semana pasada en la reubicación de los memoriales de las víctimas de feminicidio en el centro de Toluca.
Aumentan los huérfanos por feminicidios
De acuerdo con el banco de datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, desde 2020 hasta los primeros tres meses de 2022, en el Edomex se registraron 346 feminicidios.
En el 2020 la cifra de estos delitos fue de 150 carpetas de investigación, mientras que en 2021 se tipificaron 145 casos y entre enero, febrero, marzo y abril de este año, la cifra de feminicidios en la entidad es de 51.
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Asimismo, este año 26 municipios mexiquenses forman parte de los 100 territorios nacionales con el mayor número de feminicidios entre su población, detallan los datos del SNSP.
¿Cómo funciona la reparación de daños por feminicidio en el Edomex?
Carolina Alanís expuso que actualmente se cuenta con dos programas para atención a los hijos e hijas de las víctimas de feminicidio en la entidad, que son el proyecto Valentina y Canasta Alimentaria.
El programa Valentina es un mecanismo para reparar el daño mediante el apoyo económico a los hijos de las víctimas, mientras que el programa Canasta Alimentaria, sirve para otorgar apoyo alimentario mediante despensas y con becas escolares a los niños adolescentes.
“En el estado somos el único a nivel nacional que contamos con un protocolo de atención para feminicidios y además con un programa de reparación para feminicidio”, dijo Alanís.
En 2021 se ejercieron 47 millones de pesos desde la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Estado de México, de los cuales, 30 millones fue para atención de niños y adolescentes huérfanos, mediante el programa Valentina y 15 millones para canastas alimentarias, según datos del CEAVEM.
Los dos millones restantes no fueron transparentados por la titular de la CEAEM.
En lo que respecta al proyecto "Valentina", se requiere de un estudio social en el entorno de las víctimas y sus hogares para poder aceptar la petición de ingreso, y el cual demora varios meses.
Los abuelos y otros familiares deben contar con la tutoría de los menores para poder iniciar el trámite, el cual se hace en su mayoría de forma electrónica. Esta es una de las desventajas, pues un porcentaje amplio de víctimas están en zonas rurales de la entidad.
El recurso que se otorga a las familias es mensual, y es de 2 mil pesos, aunque en casos de huérfanos con discapacidad se otorgan 3 mil pesos mensuales.
Falta de transparencia
La activista Paulina Lemus, representante de la asociación civil Pro Equidad Centro Integral de Género para México y América Latina, señaló que no hay un padrón claro de cuántos huérfanos por feminicidio y desaparición hay en el estado de México, debido a que el programa "Valentina" no cuenta con la difusión adecuada para llegar a las familias que requieren del recurso y están en su derecho de recibirlo, como parte de la justicia retributiva que debe otorgar el Estado.
"Se requiere que la información llegue a los 125 municipios, que los apoyos no sean sólo subsidios, que los niños puedan acceder a becas", expuso Lemus en una entrevista dada a este diario el año pasado.
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Piden transparencia y el traspaso del programa Valentina a la Secretaría de la Mujer
La asociación que representa la activista, ingresó en su momento una petición a la Legislatura local para que el programa "Valentina" fuera dirigido por la Secretaría de las Mujeres para de esta forma hubiera más transparencia en el destino de los recursos lo cual dio resultado ya que actualmente la Comisión Ejecutiva ya forma parte de dicha instancia estatal.
Hijos de víctimas sin amparo
Otras activistas como Elizabeth Machuca Campos, y Areli Asenet Monroy, representantes de "Flores en el Corazón", también han recolectado casos de víctimas para ingresarlas al programa, sobre todo, de familias ubicadas en el Valle de Toluca.
Liz es hermana de Eugenia Machuca, mujer asesinada en el 2017 en el municipio de Ocoyoacac y quien dejó a dos hijos menores de edad en la orfandad.
Mientras que Juana Pedraza y Abel Sevilla, desde agosto de 2017 se tienen que hacer cargo del pequeño Leonardo, quien es hijo de la doctora Jessica Sevilla Pedraza, asesinada en Huixquilucan y originaria de Otzolotepec.
Hasta 2020 el pequeño Leonardo no era parte del programa Valentina, pese a que Juana Pedraza es una activista reconocida por el propio gobierno estatal.
El programa Valentina también deja fuera a casos como el de Liliana, hija de Yesenia, asesinada en julio de 2018 en el municipio de Xonacatlán.
Aunque la joven se encuentra en el desamparo y con un hijo, el programa Valentina no aplica en su caso, debido a que Liliana es mayor de edad. Sin embargo, en la fecha en que su madre fue asesinada, Lili tenía dos hermanos menores, uno adolescente de 15 y una niña de 12 años, respectivamente.
