La Comisión de Derechos Humanos del Estado de México envió a monseñor Francisco Chavolla Ramos, arzobispo de la Diócesis de Toluca, una solicitud de información por la presunta exclusión y discriminación hecha hacia las mujeres, al solicitarles eviten ingresar a la iglesia con minifaldas y pantalones ceñidos.
Monseñor Chavolla cuenta con cinco días hábiles para dar respuesta a esta solicitud que se derivó del inicio de oficio de una queja publicada a través de las redes sociales, que advierte que en la Catedral de San José, se colgó un pendón mediante el cual se les pide a las mujeres no ir con estas vestimentas a la iglesia.
El oficio advierte presuntas violaciones a derechos humanos en agravio de las feligresas católicas que asisten a la Catedral de Toluca.
Al respecto, el titular de la CDHEM, Jorge Olvera García, explicó que no se pude delimitar la fe. Si bien tenemos una libertad de credo, no se le puede permitir a nadie que limite a una mujer en su forma de vestir y en la forma de profesar su fe.
“Si ella quiere ir de minifalda, usar escote, no se le pude señalar ni discriminar ni excluir por el sólo hecho de vestir o de portar un atuendo que no congenie con el dogma. Creo que eso es absurdo. Es atrasado, atávico y colonial”, subrayó.
Señaló que, en caso de no obtener una respuesta por parte de la iglesia, seguirán sumando quejas, hasta llegar a una recomendación.
Olvera reconoció que precisamente en la iniciativa “Un Día Sin Nosotras”, que buscó visibilizar la cultural patriarcal como origen del problema del incremento de violencia hacia las mujeres, la iglesia ha tenido parte de responsabilidad.
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“Creo que es el origen del machismo, de la misoginia; la iglesia ha excluido, sobre todo la católica, a las mujeres. Siempre ha habido ahí un dogma de que la mujer debe obedecer al hombre, cuando somos iguales”, dijo al insistir que no se pueden permitir expresiones como el condicionarlas a manifestar su fe a que se vistan de tal o cual manera.
Apuntó que se debe enseñar a la mujer que es dueña de su cuerpo, que el sexo no es malo, bien entendido y aprendido.
“Necesitamos una educación donde asumamos que la interrupción legal del embarazo es una gran posibilidad para el desarrollo de la democracia y de la personalidad de cada mujer. Al decir aborto, no hay que confundirnos. Al decir aborto no es que vaya a haber más, sino menos niñas pobres muertas”, apuntó.
Olvera recordó que no es la primera queja contra la Iglesia, pues hace unas semanas se hizo otra debido al anuncio hecho, a través de las amonestaciones nupciales en una iglesia, de una pareja que pretendía contraer matrimonio. La inconformidad se propició debido a que la novia era menor de edad y el novio tenía más de 45 años. La iglesia, dijo, reconoció que fue una equivocación.
Respecto al movimiento de mujeres, la calificó como una revolución social que debe mantenerse y despuntar para cambiar los problemas de raíz que vienen de muchos siglos atrás y que ayer dio el primer paso.