De acuerdo con la Biblia, unos magos provenientes de diversas partes del mundo, se cree que de Asia, Europa y África, seguían una estrella muy brillante que les anunciaba el nacimiento del Mesías, por lo que al llegar al pesebre donde se encontraban María, José y Jesús, recién nacido, se postraron y lo adoraron, lo que se conoce como la Epifanía de los Magos.
Los tres Magos llegaron con regalos para Jesús: Melchor, representante de los europeos, ofreció oro para patentizar su realeza. Gaspar, proveniente de Asia, entregó incienso como símbolo de su divinidad. Y, por último, Baltasar, representante de los africanos, hizo entrega de la mirra, en alusión a su futura pasión y resurrección.
Aunque no existe referencia histórica ni bíblica de la fecha en que ocurrió la Epifanía de los Magos, las iglesias cristianas decidieron fijar esa fecha el 6 de enero, cuando se celebraba una fiesta pagana en Egipto y Arabia como una forma también de evitar la persecución que en un inicio tuvieron los seguidores de Jesucristo.
Rosca de Reyes
Con respecto a este tradicional pan, la más antigua referencia que se tiene data del siglo XVII y refiere que surgió en Francia, en donde a algún reportero o panadero se le ocurrió ocultar una haba en un pastel para condecorar a quien la encontrara como el “Rey del Haba”. Otros dicen que el haba representaba al Niño Dios y el afortunado que la encontraba sería bendecido a cambio de compartir regalos con los demás comensales en otras fechas.
La costumbre se extendió por Europa y llegó a Bélgica, donde pasó de ser un pastel redondo a la forma de rosca que hoy conocemos y que simboliza una corona, la cual se hace de forma redonda u ovalada, pero con el mismo significado: el amor de Dios que es infinito, además de que no tiene ni principio ni fin.
Posteriormente, también se decidió poner objetos en lugar del haba, pues muchos comensales para no dar obsequios se la tragaban con el pastel, por lo que los más adinerados colocaban una pequeña pieza de oro, una alhaja u otro objetos, mientras que los más pobres conservaron por mucho tiempo la costumbre de colocar una haba.
En México, durante el Virreinato, la Rosca de Reyes fue traída por los españoles y llegó para quedarse como parte de una de las tradiciones más arraigadas hasta nuestros días, pues simboliza la persecución que sufrieron Jesús, María y José por parte del Rey Herodes I, el rey de los judíos.
La figura de plástico que representa al Niño Jesús se introdujo en el siglo XX y hacia 1940 se acostumbraba vestirla como a un recién nacido y devolverla a los dueños de la casa donde se partió la Rosa de Reyes con los tamales y el atole el 2 de febrero, Día de la Candelaria.
Los adornos de la Rosca también tienen un significado, la masa azucarada simboliza los cuatro puntos cardinales, los dulces como el acitrón simbolizan las joyas de la corona de los reyes y deben ser de origen desértico, como los higos, pues hacen alusión al paso de José y María por el desierto para salvar al Niño Jesús de las amenazas de Herodes.