Los programas sociales que ofrece el gobierno estatal y federal son un suelo fértil para que las prácticas del clientelismo electoral se hagan presentes en la actual contienda por la gubernatura del Estado de México.
Así lo dijeron especialistas en el tema durante el panel virtual "Programas sociales y clientelismo electoral en la lucha por el Edomex", celebrado por Ethos Innovación en Políticas Públicas.
Los cuatro ponentes identificaron una opacidad en el diseño, implementación y manejo de programas sociales estatales y federales, la cual abona a las prácticas del clientelismo electoral.
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Pues la poca transparencia en estos favorecen las prácticas del asistencialismo electoral y aumenta los riesgos de que se cometan actos de corrupción.
Retos
Cristina Tapia, catedrática de la Universidad de Colima, advirtió de uno de los retos es a nivel de los partidos políticos, quienes históricamente han ocupado los programas sociales para ganar elecciones.
"Hacen uso de todos estos programas, de sus máquinas clientelares, para aumentar la probabilidad de ganar", explicó.
Pues, en la actualidad, estas maquinarias electorales ya no cuentan con un monitoreo eficiente, porque el electorado ya no se compromete a votar por cierto partido político, "a todos les dice que sí, pero ya no asegura el voto".
Jorge Serrano, colaborador de la asociación "Tendiendo Puentes A.C.", explicó que el sistema político mexicano nació con la creación de programas sociales para abonar al clientelismo electoral.
Por lo que el condicionamiento del voto obedece a dos actores: la autoridad que otorga ese beneficio, como una obra, un servicio o beneficio económico,
Y el segundo actor, el electorado que lo recibe de manera pasiva y se siente comprometido por recibir ese apoyo.
"La posibilidad de generar este condicionamiento de programas sociales, ampliar esta base de clientelismo electoral, siempre está latente", puntualizó.
Sin embargo, reconoció que esta situación ha disminuido debido a la ciudadanización de los procesos, la pluralidad y la impartición de justicia.
Invitó a denunciar cualquier tipo de delito que se comenta con relación al condicionamiento del voto del clientelismo electoral.
Al foro también fue invitada Claudia Hernández del Consejo de Participación Ciudadano del Estado de México, quien pidió mantener la integridad de las elecciones, tanto a autoridades electorales como a los ciudadanos.
Haciendo hincapié en el principal reto que tiene la autoridad sobre garantizar la libertad en la contienda para que se emita el voto, así como ser íntegros para que las malas prácticas, como el clientelismo, no encuentren un suelo fértil.
Invitó a la participación ciudadana en la vida política, hacerlo de manera informada y responsable, siendo la única forma de combatir la manipulación para no participar de manera informada y responsable.
Laure Delalande, colaboradora de Ethos Innovación, explicó que no es nada nuevo el clientelismo electoral a través de los programas sociales, criticando los programas sociales del gobierno estatal y federal.
Principalmente al programa estatal Salario Rosa por no dignificar la lucha de la igualdad de género, y los programas federales de becas y pensiones a diferentes tipos de pensiones, por no tener transparencia en su aplicación.
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Concluyeron que para combatir esta práctica antidemocrática es recomendable incentivar la demanda de estos actos.
Reconocer que los programas sociales cumplen una función práctica para la gente, pues necesitan ese dinero para vivir, y ver la forma en que se da el vínculo con la clientela electoral.
"Pensar en estrategias suficientes para reducir o nulificar el clientelismo electoral", precisó Laure Delalande.
Los medios de comunicación también deben de ser aliados en esta lucha contra el clientelismo, pues desde la cobertura informativa también se debe incentivar la cultura anticlientelismo, la acción colectiva y la participación ciudadana.