Al asegurar que ningún nivel de gobierno en México cuenta con programas cuyo objetivo específico sea erradicar el trabajo infantil, representantes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y del gobierno mexiquense lamentaron que la pérdida de empleos por la pandemia por Covid-19 incrementará el porcentaje de niñas, niños y adolescentes que deban colaborar con ingresos a sus hogares.
Durante la sesión de la Comisión Interinstitucional para la Erradicación del Trabajo Infantil, representantes de la OIT destacaron que los programas asistenciales se traducen en becas para estudiantes, apoyos para las madres, las mujeres embarazadas y adultos mayores, pero no se da seguimiento a los niños y adolescentes que ya trabajan en las calles.
Consideraron que con las acciones realizadas en años anteriores se logró reducir el porcentaje de niños trabajadores logró reducirse 7.5% de acuerdo con el indicador de 2015; sin embargo, consideraron que la crisis económica que ha traído la pandemia del coronavirus y que apenas empieza a dejar sentir sus efectos, hará que este indicar retroceda, al menos, pues se pronostica un decremento de entre 4.0% y 10.0% del Producto Interno Bruto (PIB) este año.
Martha Hilda González Calderón, secretaria del Trabajo y presidenta de la Comisión, destacó que Villa Victoria es el primer municipio en formar parte del Modelo de estudio para la identificación de riesgo de trabajo infantil, cuyos resultados fueron presentados en la sesión.
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En su oportunidad, Alejandro Encinas Nájera, titular de la Unidad de Política Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, reconoció los pendientes del gobierno de México con la niñez y consideró inadmisible que más de 2.5 millones de niñas, niños y adolescentes tengan que trabajar para apoyar la subsistencia familiar y se les niegue el derecho de jugar y asistir a la escuela.
Reconoció el trabajo que se realiza en Villa Victoria para erradicar el trabajo infantil al implementar la primera fase del modelo de estudio propuesto por la OIT y la voluntad del gobierno del Estado de México y, en particular del alcalde Mario Santana, para identificar los poblados con mayor riesgo de trabajo infantil.
Dijo que en 2016 la OIT y la Cepal presentaron el modelo estadístico que se aplica con la información que ya tiene el INEGI para focalizar las políticas públicas a manera de tiros de precisión y sin desperdiciar esfuerzos para erradicar el trabajo infantil mediante programas y apoyos sociales.
Encinas Nájera lamentó que la pandemia de Covid-19 haya alterado no sólo nuestra salud, sino también la dinámica familiar y social con afectaciones en la economía y la situación de millones de trabajadores, pues la OIT calcula un incremento del desempleo en América Latina y el Caribe que afectaría a 31 millones de personas.
Apuntó programas como las becas escolares, sembrando vida y producción como herramientas para evitar la migración de padres de familia y en especial de niños, niñas y adolescentes, pero –advirtió- se necesita la participación conjunta de los tres niveles de gobierno, de la iniciativa privada y del sector social para hacer posible la erradicación del trabajo infantil.