Asociaciones civiles en pro del medio ambiente han externado su preocupación ante los niveles de la presa Miguel Alemán Valdés, pues consideran que el daño ecológico que se puede ocasionar sería irremplazable.
Y es que los ciudadanos organizados para proteger al medio ambiente han identificado, al menos, cuatro problemas principales que han ocasionado que la presa de Valle de Bravo apenas supere el 50% de su capacidad total.
Estos son: la tala clandestina, el cambio de uso de suelo, la falta de infraestructura hidráulica y la omisión de la aplicación de la ley por parte de las autoridades gubernamentales.
“El agua, que existe mucho en el municipio, se está agotando por esa falta de infraestructura, se está agotando cada vez más por la reducción de la masa forestal, derivado de muchas cosas”.
“Por ejemplo, el cambio de uso de suelo o el nulo fortalecimiento o protección a las zonas forestales, pues es responsabilidad del gobierno evitar temas como la tala clandestina”, explicó Noé Rebollar Rocha, integrante de asociaciones civiles ambientalistas.
La tala clandestina que se practica en las zonas boscosas de los municipios de Amanalco y Valle de Bravo ha ocasionado que la masa forestal, que provoca las precipitaciones en esta región, se vea considerablemente disminuida.
Pues es un problema de seguridad, al que se enfrentan las comunidades con zonas boscosas después de las 18:00 horas, cuando las motosierras comienzan a escucharse extrayendo madera de la región.
“Hay una cantidad de tala inmoderada que no está regulada, los famosos talamontes que ¿a ver, páralos? Nadie le quiere entrar. Nosotros, como un grupo de ciudadanos organizados, mandamos un exhorto a la presidencia, porque aquí las autoridades están rebasadas, no tienen la capacidad, ni los elementos, ni el dinero, ni mucho menos las ganas de irse a enfrentar con esta gente”, reconoció Lys Margarita Hagemann Delgado, vocera de selavozdelanaturaleza.org.
El cambio de uso de suelo también es un problema que ha contribuido a esta crisis de agua, pues, a decir por parte de las organizaciones ambientales del Pueblo Mágico, hacer habitable la zona boscosa genera un impacto negativo en el ambiente.
“Valle de Bravo está siendo afectado más que Amanalco, que es la otra parte de la cuenca, por supuesto, porque llegaron grandes ranchos y conjuntos de gente que viene con la idea de que Valle de Bravo es la extensión de las Lomas de Chapultepec, entonces quieren todos los servicios como si estuvieran allá y entonces hay una sobrecarga de servicios, y por lo tanto problemas”, explicó Lys Hagemann.
Un problema derivado del cambio de uso de suelo, que también impacta a la captación de agua pluvial en las zonas altas de esta región, es la quema de terrenos, cuyo objetivo es cambiar el tipo de uso de suelo ante la autoridad gubernamental.
Como los incendios forestales registrados durante años anteriores en el cerro del Cualtenco, en Valle de Bravo, el cual es una zona de captación de agua, que presuntamente fue incendiado para poder construir casas habitación.
O el introducir productos como el aguacate, en esta región, que, si bien son árboles, la cantidad de agua que consumen para generar al oro verde es mayor a la que le regresan al ecosistema.
“Ahora SAGARPA les ofrece que por qué no cambian a aguacate, el aguacate, aunque es un árbol, consume cantidades exageradas de agua y entonces para que tengas frutos no hay, se agota la tierra” lamentó Lys Hagemann.
La falta de infraestructura hidráulica también ha contribuido a agudizar esta problemática, pues si no se invierte adecuadamente en recuperar los manantiales de las partes altas de la región, difícilmente esta agua se podrá canalizar en tuberías o tanques de almacenamiento que nutran a la presa Miguel Alemán.
“No se ve el reflejo de políticas públicas que permitan que los niveles de las presas no bajen a estos niveles tan alarmantes, eso habla de que no solo es un tema de falta de infraestructura hidráulica, sino, también, un desconociendo del tema”, aseguró Noé Rebollar.
Todas estas situaciones caen en la omisión del sector gubernamental para aplicar la ley en pro del medio ambiente, esperando que si deciden actuar, cuenten con la sociedad civil organizada para recuperar estos ecosistemas.
“La autoridad no cumple con sus responsabilidades, nuestro exhorto era: ¡cumpla! Y nosotros, como ciudadanos, por supuesto que estamos dispuestos a ver en qué sumamos, no hacerles su chamba, pero sí ver cómo sumarnos”, enfatizó Lys Hagemann.
“Nosotros como sociedad civil organizada, y particularmente hablo del Comité Pro Monte Alto, incluso también de Guardianes de Valle de Bravo, la labor como ciudadanos la estamos haciendo, tratar de proteger el bosque, de sanear, de restaurar de hacer lo necesario para que se pueda conservar el bosque”.
“Pero también la autoridad tiene una parte muy importante que hacer, y tiene que ver con invertir recursos para recuperar la cuenta y todo el ecosistema, bosques, y eso será favorable para la región”, puntualizó Noé Rebollar.