Teotihuacán, México.- El décimo regidor, Francisco Elizalde Mendoza, previo a su desaparición, recibió amenazas, informaron sus familiares.
Fermín Elizalde, acompañado por Jaime y Rosaura Elizalde, padre y hermanos del edil, en entrevista informaron que días antes de su desaparición comenzó a recibir en su oficina notas anónimas con amenazas.
“Mi hermano había recibido amenazas, nunca supimos de quien, ya que él tenía mucha reserva por protección a la familia”, dijo su hermana, quien añadió que las amenazas las recibía en su oficina de atención, externa al Palacio Municipal.
La última vez que se le vio al regidor fue el día 19 de diciembre del 2017. Tres días después fue reportado a las autoridades, según consta el boletín de Urgencia de Persona No Localizada, emitido por la Fiscalía General de justicia del Estado de México (FGJEM), con folio OD/TOL/A/2/003/2017, ya que sus familiares pensaron que tenían que esperar las 72 horas para realizar el reporte.
Rosaura manifestó que al principio pensaron que se encontraba en casa de su pareja sentimental en el municipio de Tecámac, sin embargo la tarde del 21 de diciembre recibió una llamada del teléfono del regidor y le dijeron “que tenían información de su hermano”, pero no hubo extorsión y no volvieron a marcar.
Denunció que en las instalaciones de la FGJEM de San Agustín, en Ecatepec, al momento de solicitar una copia de la Carpeta de Investigación, el agente del Ministerio Público de la Fiscalía de Personas Desaparecidas, al que identificaron como Gustavo Franco, actuó de manera indolente y les dijo "Uy… mire cuánto es- refiriéndose al número de hojas- son muchísimas, ¿ustedes quieren ir a sacarlas?".
Expresaron que Sol Salgado Ambros, la fiscal especial para la Investigación de Personas Desaparecidas, de manera cálida y amable les dijo que se calmaran, que iba a tomar cartas en el asunto, pero que no ha sido contundente.
Por parte del Partido Encuentro Social (PES), donde milita el regidor, aseguran les pidieron tratar el asunto “con mucha discreción, ya que no querían politizar la situación”.
Finalmente, Fermín, padre de Francisco, refirió sentirse muy triste, pero lo que lo animaba era encontrar personas que “nos echen la mano, que el altísimo nos permita saber si esta con vida o no, de todos modos, descansaríamos”, concluyó.