Alumnos de la escuela Justo Sierra, situada en Santa María Zolotepec, municipio de Xonacatlán, protestaron este viernes junto a sus familiares frente al ayuntamiento municipal, para pedir apoyo a las autoridades y evitar les quiten el plantel, el cual es reclamado por un privado quien es el presunto propietario del terreno.
La comitiva, encabezada por la Sociedad de Padres de Familia, fue recibida por el alcalde de Xonacatlán, Alfredo González y regidores, con quienes sostuvieron una reunión por varias horas.
Lilia Becerril Hernández, tesorera de la Sociedad de Padres de Familia, informó que luego de la reunión les informaron que el jurídico del ayuntamiento buscará aplazar la orden de desalojo de la escuela.
Sin embargo, les afirmaron que el proceso judicial continuará pues el juicio ya no se puede ganar, debido a que no existe respaldo legal de la pertenencia de la escuela.
“La orden podría ser la próxima semana, pero nos dicen que el municipio, mediante el jurídico y el licenciado Humberto Mireles, que es nuestro abogado, están trabajando para solicitar plazos para evitar el desalojo”, explicó Becerril.
“Nos dijeron que van hacer todo lo posible para detener lo del desalojo, pero que ya no es posible”.
Los engañaron
De acuerdo con Becerril, el terreno en disputa, donde se construyó la escuela Justo Sierra, fue adquirido presuntamente hace unos siete años durante la administración de Carlos González, mientras que el plantel fue entregado hace cinco años, que es el mismo tiempo que lleva en servicio.
En aquel entonces, el edil les informó que el terreno y la escuela fueron adquiridos mediante recursos federales, e incluso, se entregó la documentación correspondiente sobre la propiedad del inmueble a los Servicios Educativos Integrados al Estado de México (SEIEM).
“No sabíamos que el terreno tenía dueño, porque el alcalde Carlos González lo compró con recursos federales, y hay documentos, pero no sabemos, el nuevo alcalde dice que no hay documentación”, señaló la representante de las familias.
Hay sobrecupo escolar
Lilia Becerril informó que en dicho plantel hay actualmente 300 alumnos inscritos y son alrededor de 12 aulas para atender a los alumnos. Por lo que no es opción retornar al antiguo plantel donde estaban.
“Es una escuela de unos sesenta años de antigüedad, ahí ya no cabían los alumnos y la escuela es insegura, por eso no queremos que regresen allá nuestros hijos”, dijo Becerril.
Señalaron que seguirán insistiendo para evitar les quiten el plantel educativo, mientras tanto los alumnos se presentarán a clases el próximo lunes de forma normal.