Toluca, México.- Los “Reyes del cafre”, como llaman los usuarios a los choferes del transporte público en el Estado de México, dominan más de cinco mil derroteros, redistribuidos en cinco zonas de la entidad, con una carrocería que supera los 60 mil camiones urbanos y suburbanos.
El “pulpo camionero” mueve a 8 millones de mexiquenses, la mitad de los habitantes en la entidad, que refleja uno de los servicios más extensos del país.
Durante varias administraciones estatales, el tema del transporte público ha sido una promesa incumplida, movido entre intereses políticos, concesionarios poderosos, el “cáncer” del transporte pirata, que según las cifras de la Secretaría de Movilidad, tan sólo en la región 1 correspondiente al valle de Toluca, concentra cerca de 12 mil taxis colectivos, y la sobrepoblación que obliga a concentrar miles de rutas a las urbes más pobladas.
Para el caso de la capital del estado, las rutas que se dirigen al centro de la ciudad, suman más de mil derroteros.
Asimismo, el servicio es uno de los más caros del país, que con el último incremento subió el pasaje mínimo a 10 pesos, hecha oficial apenas a mediados de septiembre pasado. Sin embargo, desde enero del 2017 esa tarifa comenzó a cobrarse por parte de las líneas y duró ocho meses y medio, sin que hubiese sanciones en contra de los concesionarios.