La imagen es de gran importancia, pues el 83% de las decisiones las personas las tomamos basadas en los ojos, de tal forma que una imagen adecuada puede ayudar a lograr un objetivo.
Lilia Mejía Robles, maestra en Administración Pública y especialista en Imagen Pública de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) advierte que la imagen pública implica un todo que no puede desligarse de las propuestas de quienes son candidatas.
También enfatiza que la imagen es percepción; es decir, la sensación interior de nuestros sentidos, de tal forma que hablar de una buena o mala imagen sería inadecuado e incorrecto, pues no hay una buena o mala imagen, pero sí lo que proyectan las dos candidatas.
Edomex
En el Estado de México hay dos candidatas a la gubernatura con imágenes distintas: una muy amable y cercana a la gente, quien al parecer aún no se siente cómoda ante las cámaras; y otra más jovial y dinámica, pero que puede llegar a mostrarse agresiva.
Lilia Robles en entrevista advierte que las dos abanderadas comunican diferente ante el electorado y tienen aspectos que podrían mejorar.
Resalta el tema de la propaganda, pues espectaculares y trípticos contienen el rostro de cada candidata, no siempre tan apegados a la realidad.
Mejía Robles señala que estamos en el mundo del Photoshop y eso hace una gran distancia entre la persona real y la de la propaganda; por lo cual recomienda mostrarse como personas reales, tal cual se ven en la calle, pues muchas veces son dos personas completamente distintas.
Imagen
Para la especialista, mientras la candidata de Morena, Partido Verde y PT por la gubernatura del Estado de México, Delfina Gómez Álvarez, transmite una imagen de mayor cercanía con la gente y de ser igual que el resto de las personas, la abanderada de la coalición PAN, PRI, PRD y Nueva Alianza, Alejandra del Moral tiene una imagen de mujer más empoderada, jovial y dinámica.
Ambas aspirantes son muy distintas y mientras la morenista, explica, podría mejorar en cuestiones como los colores que utiliza para vestir, a fin de verse más jovial, Del Moral corre el riesgo de verse muy fuerte y agresiva.
La candidata Delfina Gómez, enfatiza, envía un mensaje de cercanía con la ciudadanía, pero tiene una imagen no tan prolija, ni procurada como la de Alejandra del Moral, pero proyecta un mensaje de: "somos iguales" y de mucha cercanía con la gente.
Un punto a considerar, apunta, es que ambas tienen un rango de edad totalmente distinto, pues Delfina Gómez tiene 60 años y Alejandra del Moral 39 años.
El estilo de la maestra, dice, es poco prolijo, pues no está tan enfocada a la imagen física que proyecta y se nota, pues los colores que utiliza, señala, la hacen ver un poco enferma, con líneas de expresión y bolsitas de los ojos muy marcadas, por lo cual se nota menos jovial y mucho más cansada.
En tanto, Alejandra del Moral, añade, es una mujer muy joven que procura su imagen pública y al parecer tiene asesoría especializada, pues utiliza los colores que le favorecen, y a pesar de ser cercana a la gente es más empoderada y dinámica, lo cual de alguna manera puede enviar un mensaje de distancia con las personas.
Delfina Gómez, precisa, tiene un estilo clásico y atemporal, y el de Del Moral es clásico, pero más modernizado y más enfocado a mostrar la fuerza de la mujer.
Lenguaje
En cuanto al lenguaje, Lilia Mejía considera que Del Moral tiene mayor facilidad de palabra y buena proyección ante las cámaras, mientras Gómez Álvarez se ve todavía intimidada por las cámaras, pues cuando habla en corto es mucho más elocuente y concisa, pero cuando lo hace en público y con medios de comunicación se ve intimidada y eso le quita ventaja.
Advierte que Alejandra del Moral tiene muy dominado el manejo de medios en su lenguaje corporal y en su voz y recuerda que no sólo las palabras comunican; sino también el lenguaje corporal y los colores.
Debate
En el debate, explica, Delfina Gómez usó un traje sobrio y oscuro muy acorde con su edad, pero no con su colorimetría, mientras Del Moral usó un rojo: color fuerte y de seguridad personal, pero también agresivo.
Voz
Por lo que toca a la voz, advierte que Delfina Gómez tiene una voz más suave y pasiva, derivado posiblemente de la confianza que tiene por la ventaja que lleva, y Alejandra del Moral tiene una voz más dinámica, aguerrida por los tonos que sube y baja y en momentos es hasta agresiva, mientras la morenista es estable en sus tonalidades.
Eventos
En cuanto a sus eventos en campaña advierte que ambas se ven muy cercanas a la gente: la tocan, la abrazan y ambas se ven muy confiadas con cercanía y vitalidad.
Delfina Gómez, señala, parece una mamá o una tía mayor muy amable y Alejandra del Moral mucho más dinámica que busca compartir una imagen de mujer empoderada y joven.
Aspectos a mejorar
La especialista en imagen considera que Delfina Gómez podría mostrar más dotes de jovialidad con un mejor diseño de colores, pues los que usa actualmente, combinado con el cabello le da un tono muy amarillo y la hace ver cansada y avejentada.
Eso, añade, se podría corregir con un cambio en los tonos que usa, cambiar la forma de las cejas que es muy redonda para darle más juventud y vitalidad.
Considera además que la imagen de querer verme exactamente como tú puede no ser la mejor, pues no sólo debe estimular a un grupo de personas; sino a todas y no olvidar que hay votantes jóvenes y grandes, ricos y pobres y las candidatas deben dirigirse a todas y todos.
En tanto, Alejandra del Moral, opina, tiene la responsabilidad de ser dinámica y empoderada, sin ser agresiva, pues por querer captar la atención de la gente puede mostrar una imagen muy fuerte para las juventudes y hasta agresiva.
La imagen, señala, es muy importante pues no sólo las palabras comunican; sino también el lenguaje corporal, la voz la textura, la forma, el color y toda la mezcla de elementos que genera una buena percepción.
A través de ella, las candidatas envían los estímulos suficientes y necesarios para que el electorado perciba lo que esperan de cada una de ellas, por lo cual deben ser muy cuidadosas en su imagen pública.