Es común enamorarse más de una vez en la vida. Obedece a un estado natural del ser humano, que la ciencia ha tratado de explicar.
Así lo comentó Ignacio Camacho-Arroyo, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el artículo publicado en la Revista UNAM ¿Qué es el amor? Respuestas desde la biología, en el que se asegura que el amor obedece a una serie de patrones conductuales, cognitivos y emocionales que son propios de cada persona, y se expresan a través de diferentes sensaciones.
"En el amor participan varios mensajeros químicos que proporcionan una gama de sensaciones que van desde el placer, la euforia, la confianza y la seguridad, hasta la ansiedad, la obsesión y la depresión".
"Es un fenómeno que incluye patrones conductuales, cognitivos y emocionales característicos", precisó Camacho-Arroyo en el artículo publicado.
De acuerdo con el investigador de la UNAM, la primera fase de una relación amorosa es el enamoramiento, el cual es transitorio, dominado por procesos de atracción y que inicia por la percepción y el consecuente placer producido por la estimulación de nuestros sentidos.
Amor eterno
Esta etapa del enamoramiento la vivió un matrimonio de Valle de Bravo, que lleva 47 años de casados, gracias a la paciencia y comunicación que ha existido entre ellos.
Son Lorenzo y María de la Luz, quienes se conocieron en 1972 y rápidamente establecieron un lazo fraterno entre ambas partes para formar una familia.
"Éramos pocos en el pueblo, y la conocí en la tienda de una de sus abuelas", platicó Lorenzo.
Este momento ha sido llamado coloquialmente "amor a primera vista", pues se consideraba sensorial (a través de los sentidos) la capacidad de enamorarse de una persona.
"Lo vi y salimos un par de veces, a mí casi no me dejaban salir de la casa mis papás, pero en la tienda de mi abuela coincidimos y pues así empezó todo", relató María de la Luz.
Este matrimonio, de 47 años juntos, cuatro hijos y nueve nietos, ha fincado toda una tradición familiar gracias a la paciencia y comunicación que han tenido en años, la cual les ha permitido sobreponerse de momentos adversos que han vivido como esposos.
"¿Nos hemos peleado más de una vez? Si te contara. Pero aquí seguimos uno pendiente del otro, queriéndonos y entendiendonos más que nada", explicó Lorenzo.
Sin embargo, como matrimonio consolidado, la pareja de abuelos ve complicado enamorarse en este tiempo debido a el uso desmedido de la tecnología por parte de las y los jóvenes.
Consideraron que ahora los matrimonios duran menos por las infidelidades y las libertades que permiten los dispositivos electrónicos.
"Ahora con el celular las parejas cambian a cada rato, se enamoran a cada rato porque hay más libertad, todos están metidos en el celular y poco se dan el tiempo para conocer en verdad a la persona", lamentó Lorenzo.
En el artículo científico anteriormente citado, Camacho Arroyo explica que en estos tiempos modernos los avances en la comunicación han hecho que muchas veces el primer contacto entre dos personas sea virtual.
Ya sea a través del correo electrónico o las redes sociales, o aplicaciones que fueron diseñadas exclusivamente para ligar, sin tener una estimulación olfativa, auditiva o incluso visual que pueda desencadenar el enamoramiento.
Ahora el reto está en cómo utilizar los avances científicos y tecnológicos en pro del amor, acortando distancias y tiempos que antes eran el principal reto.
"Antes sufriamos por no vernos, no saber nada de la otra persona, ahora se sufre porque no responden el celular", dijo María de la Luz.