A pesar de que las precipitaciones han sido constantes en la región Sur de la entidad mexiquense, éstás no han impactado de manera considerable el nivel de almacenamiento que tiene la presa del municipio de Valle de Bravo.
Así lo expresaron prestadores de servicios turísticos acuáticos dedicados a los recorridos en lancha, quienes aseguraron que la presa está subiendo poco a poco, sin llegar a su nivel óptimo registrado en años anteriores.
"Pues ahí va el nivel, ya no ha bajado, al contrario, le calculo que subió como dos metros desde finales de mayo, pero para estas fechas ya tendríamos que tener llena la mitad de lo que ahorita se ve", platicó José Luis Enriquez, prestador de servicios turísticos.
Y es que, durante todo el mes de junio, la actual temporada de lluvias trajo 142.5 litros de agua por metro cuadrado que impactaron a la presa Miguel Alemán Váldes, recolectados en 13 días de constantes lluvias.
Siendo pocos los días y el agua pluvial, la recolectada durante el primer mes de la temporada de lluvias 2022.
"Llovió, hubo como tres o cuatro tormentas buenas, fuertes, y en esos días es cuando se vio que subió más rápido la laguna, unos 20 o 30 centímetros en una semana", platicó Salvador Quiroz, lanchero de la región.
En lo que va del mes de julio, de acuerdo con el informe diario que el Organismo de Cuencas Agua del Valle de México (OCAVM) de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), se ha tenido la presencia de lluvia en 5 días de 7 que han contabilizado.
Siguiendo dicho informe, en la primera semana de julio se recolectaron 23 litros de agua pluvial por metro cuadrado, impactando en menor medida el nivel de la presa de este municipio.
Esta situación es preocupante para el gremio dedicado a los recorridos en lancha por la presa, pues si en la temporada de lluvias el embalse no retoma un nivel óptimo de almacenamiento, en el estiaje del 2023 padecerán.
"Nos preocupa porque si en esta temporada de lluvias no sube la laguna, ahora en las siguientes secas nos vamos a ver peor, vamos a bajar del 50% del nivel de la presa y ahora sí nos afectará la actividad turística", expresó José Luis Enríquez.
Mismo caso lo vivieron durante la temporada de estiaje del 2020 y 2021, años en que el Covid-19 y la poca agua almacenada en la presa complicaron la actividad económica principal del Pueblo Mágico: el turismo.
"Ahora no va a ser el Covid-19, sino que la presa no quiera subir, pero todavía nos faltan meses, hasta como por ahí de mediados de octubre que se dejan venir las últimas lluvias, fácil tenemos dos meses más para que esto suba aunque sea un poco más", pronosticó Salvador Quiroz.
De acuerdo con la Conagua, el 1 de junio la presa de Valle de Bravo se mantenía al 52.91% de su capacidad total, almacenando cerca de 208.689 millones de metros cúbicos de agua.
Al 7 de julio, poco más de un mes de lluvias, la presa se mantiene al 53.58% de su capacidad total, incrementando su almacenamiento a 211.311 millones de metros cúbicos de agua almacenada.