Víctima de acoso sexual callejero en el centro de Toluca, Diana se enfrentó con la actitud burlona de uno de los cadetes encargados por el ayuntamiento de vigilar el tránsito vehicular en el cruce de las calles Independencia y Aldama, con la negligencia de policías municipales al tratar de convencerla de no denunciar los hechos y con la falta de solidaridad de la agente del Ministerio Público.
Refiere que, el pasado jueves, caminaba rumbo al Andador Constitución cuando sintió una mano tocando su pierna, segundos más tarde volvieron a tocarle la pierna, pero ahora hasta el glúteo y al mismo tiempo sintió un cuerpo muy cerca de ella, era un hombre que le dijo al oído “guapa”.
Cuando Diana increpó al sujeto, quien responde al nombre de Genaro, quien se burló diciendo “como si no estuvieras acostumbrada y no te gustara”, pero a pesar de que lo insultó, el hombre seguía burlándose y acosándola, por lo que pidió ayuda a un cadete, quien con la misma actitud burlona le sugirió que se cambiara de acera.
Ya en el Andador Constitución, Diana pidió apoyo a otros cadetes que detuvieron al individuo y tras varios minutos de no saber qué hacer pidieron apoyo y llegaron dos policías municipales, ambos trataron de que Diana no llevara la denuncia al Ministerio Público.
Incluso el presunto acosador llamó a su jefe para que lo apoyara, pero al conocer los hechos dijo a los policías que no metería las manos por nadie y si tenían que procesarlo, lo hicieran.
Ya en la Fiscalía para la Atención de Delitos Vinculados a la Violencia contra la Mujer, uno de los policías dijo que tenía cosas que hacer y no podía quedarse a todo el trámite, mientras que el otro cambió la versión y dijo haber sido llamado por Diana para que la auxiliara, lo que no fue cierto, señaló la víctima.
La agente del Ministerio Público se percató de la diferencia en tiempos y pidió que se pusieran de acuerdo porque con las dos versiones el presunto acosador quedaría libre y le dio dos opciones; seguir el trámite en la Fiscalía, -pues el policía municipal reconoció haber cambiado los hechos para que no tuvieran que declarar todos los cadetes que intervinieron-, o mandarlo con la autoridad municipal para que le impusieran una multa y lo dejaran libre luego de una noche detenido, lo que finalmente hicieron aún en contra de la voluntad de Diana.
La inconformidad más sentida de la víctima es que la agente del Ministerio Público concluyó en su dictamen la queja por lesiones y como sanción una amonestación pública y una multa equivalente a 50 UMAS, pero sin calificar el acoso como delito, aunque reconocen que se le debe salvaguardar en su domicilio durante 20 días.
“Es con el oficio número TOL/FWG/V7/107/042281/20/02, dirigido al director general de Seguridad Pública del municipio de Toluca, como la agente del Ministerio Público, Ivonne Peralta Pichardo, dejó sin consignar un delito que puede convertirse en una amenaza para mí y otras mujeres”, concluyó Diana.