Cuando un matrimonio acaba, además de los hijos, las mascotas también suelen sufrir, porque se debe dividir los gastos, las visitas al veterinario y todo lo que antes se hacía en pareja.
El Poder Judicial del estado de México actualmente resuelve casos de este tipo, los cuales son igual de importantes que en la custodia de los hijos.
Con la transformación del núcleo familiar, la mediación en el estado de México ahora considera a las mascotas como parte de este proceso con el que se resuelven diversos conflictos como pensión alimenticia, convivencias, guarda y custodia.
Denisse López Reyes, conciliadora adscrita al Centro de Mediación de Toluca del Poder Judicial del Estado de México, explicó que ahora se presentan con mayor frecuencia asuntos cuyo motivo de mediación son los animales de compañía, al considerarlos integrantes de la familia o bienes generados durante un matrimonio o relación.
“El caso reciente de una pareja de Toluca que recurrió a esta alternativa de solución de conflictos. Durante el proceso también establecieron acuerdos sobre quién se haría cargo del cuidado y convivencia de dos perros que formaron parte de su vida en los últimos dos años de matrimonio”, informó la conciliadora.
Tomando en cuenta el cariño de los menores por las mascotas y que la mamá saldría del domicilio con sus hijos, la pareja llegó al acuerdo que los perros permanecieran en la casa del padre, lugar en el que habían habitado desde su llegada a la familia.
Así, establecieron que el progenitor seguirá brindando las atenciones a los peludos; días y horarios en los que la mamá y los menores podrán acudir al domicilio para jugar, compartir tiempo y sacar a pasear a las mascotas, así como verificar el estado en el que se encuentran para salvaguardar su bienestar.
A pocos días de que inició 2023, la mediadora atendió el caso de un padre de familia que obtuvo la guarda y custodia de su hija y también decidió con su expareja quedarse a un pit bull y un bulldog, para que la menor siguiera conviviendo con ellos.
López Reyes indicó que, si bien las mascotas pueden considerarse de manera jurídica dentro de los bienes, los mediadores son conscientes de que se trata de seres vivos que requieren atención y cuidados, en algunos casos especiales.