Como resultado de la basura tirada en la vía pública aunado a las intensas lluvias registradas en los últimos días, más de 300 habitantes de Rancho San Dimas, en el municipio de San Antonio La Isla, resultaron afectados por las inundaciones provocadas en este conjunto habitacional.
De acuerdo con los afectados, las inundaciones son problema de cada temporada de lluvias desde hace más de 10 años; sin embargo, en esta ocasión el estancamiento de agua ha persistido pese a que autoridades municipales ya intervinieron con el desazolve de las calles.
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Por lo anterior, manifestaron su temor a enfermarse debido a que se trata de aguas pluviales que se mezclaron con aguas residuales las cuales están expuestas en la vía pública por lo que refirieron que el desazolve ha sido insuficiente por lo que hicieron un llamado al Gobierno estatal para contribuir en las labores de limpieza de la zona.
“Año con año es lo mismo y a nosotros no nos voltean a ver, no es como con la gente de San Mateo que ahí están para ayudarlos a limpiar y drenar toda el agua, a nosotros ni quien nos mire ni se enteren de lo mal que la llegamos a pasar”, comentó Ricardo Sánchez, un habitante del sitio.
Ante los hechos, el Ayuntamiento de San Antonio La Isla informó a través de sus redes sociales que personal del Ayuntamiento ya realizó trabajos de desazolve con ayuda de un camión tipo vactor especializado para limpiar drenajes, no obstante, dio a conocer que la presencia de basura en el drenaje agravó el estancamiento de agua.
De igual forma, la autoridad municipal refirió que con el retiro de basura de las tuberías y el buen funcionamiento de las bombas se lograría la disminución del encharcamiento.
Problema de años atrás
En julio de 2018 se registró una inundación en Rancho San Dimas que afectó al menos a 60 familias y 100 viviendas. En ese momento, se dio a conocer que la afectación la padecían principalmente las personas que vivían cerca de una planta tratadora de aguas residuales que dejó de operar en el año 2013.
A este hecho se le sumó el acontecido en septiembre del año pasado, cuando una nueva inundación que alcanzó entre los 50 y los 70 centímetros de altura afectó a los vecinos de la zona.