El exalcalde de Toluca, Raymundo N., pasó su primera noche fuera del penal de Almoloya de Juárez después de estar recluido por dos meses debido a que se investiga su participación en el delito de secuestro exprés.
Fue el lunes 25 de marzo cuando una jueza de control del Distrito Toluca le concedió el cambio de medidas cautelares de prisión preventiva a arresto domiciliario con portación de brazalete electrónico.
Además de portar el dispositivo electrónico que proporciona su geolocalización las 24 horas del día, los siete días de la semana, Raymundo N. deberá cumplir con otras disposiciones.
Fuentes extraoficiales señalaron que, además de haber pagado un millón de pesos como garantía económica, el exalcalde priista investigado por el secuestro de su exsuegro debió entregar su pasaporte y papeles migratorios al Centro Estatal de Medidas Cautelares.
Se explicó que Raymundo N. sólo podrá salir de su domicilio para la presentación periódica al Centro Estatal de Medidas Cautelares fijada para los últimos 5 días del mes, durante todo el proceso.
También podrá acudir al médico y a visitar a su mamá, cuyo domicilio fue notificado a las autoridades y los traslados serán vigilados vía GPS para reducir el riesgo de fuga.
Debido a que tiene prohibido salir del país, la Secretaría de Relaciones Exteriores ya fue notificada para que, en caso de fuga, se activen los protocolos correspondientes.
Protegerán a las víctimas
Asimismo, el imputado tiene prohibido acercarse a la víctima y a la parte ofendida, es decir, su exsuegro Emilio y su exesposa Viridiana. Tampoco puede tener algún tipo de comunicación, por ningún canal.
- Por si no lo viste | Caso Raymundo no es una persecución política: Delfina Gómez
En caso de que rompa alguno de estas medidas determinadas por la jueza de control, el beneficio del arresto domiciliario se revocará y el exalcalde deberá regresar a prisión.
La salida de Raymundo N.
En medio de un dispositivo preparado por civiles, Raymundo N. dejó el penal de Santiaguito, ubicado en Almoloya de Juárez, en punto de las 22:39 horas de este martes.
Vestía color azul, que es el distintivo para la población penitenciaria que no ha sido sentenciada. En cuanto cruzó la última reja, le colocaron una gorra y chamarra negra para evitar que le tomaran fotografías y se hizo una cadena humana.
Subió a una camioneta Tahoe color blanca en la que lo esperaban su hijo, Raymundo, y otras personas.
Le siguieron otros vehículos para custodiarlo hasta el domicilio que registró ante el Centro Estatal de Medidas Cautelares, donde deberá permanecer hasta el 18 de junio, día en que determinará si se absuelve o condena por el delito de secuestro exprés.