Familiares de las víctimas que fallecieron en el accidente ocurrido el pasado 11 de agosto en el paraje de La Escondida en la carretera México-Toluca, realizaron una misa e instalaron una cruz en el lugar de los hechos.
En punto de las 10:00 horas, junto con vecinos de San Jerónimo Acazulco, presenciaron una misa, en la que se pidió eterno descanso por las 15 personas fallecidas en la volcadura del autobús de la línea Futura.
Entre los asistentes estuvo la familia Naranjo, provenientes de Acapulco, Guerrero y quienes exigieron a las autoridades que se detenga al operador del autobús, el cual, aún continúa prófugo.
"Lo único que queremos es que haya justicia y que mis hermanitos descansen en paz", comentó Briant Naranjo, hermano de tres víctimas del accidente.
La misa duró alrededor de una hora y en la que el párroco de Ocoyoacac ofreció oraciones no solo a las víctimas del 11 de agosto, si no de todas las personas fallecidas en ese kilómetro.
Después se procedió a bendecir la carretera México-Toluca, lo que provocó que los carriles con dirección a Toluca se cerraran durante unos 15 minutos.
Luego, con ayuda de pobladores e integrantes de la mayordomía de Acapulco, se instaló una cruz en el lugar donde quedaron los cuerpos de las víctimas.
Los vecinos de Acazulco informaron que la cruz fue donada por el pueblo en solidaridad a las familias afectadas.
"Nosotros nos pusimos de acuerdo y entre todos hicimos la cruz, la pintamos y donamos", explicó uno de los habitantes.
Durante la celebración de la misa, elementos de la Guardia Nacional estuvieron abanderando la zona para seguridad de los asistentes.