Villa del Carbón, México.- Habitantes del municipio de Villa del Carbón, considerado como pueblo mágico del Estado de México, rechazaron la construcción de un relleno sanitario regional que se pretende instalar en una superficie boscosa en la que existen dos manantiales y una ladera que colinda con un río, que desemboca en la presa de San Luis Taxhimay.
La segunda regidora del ayuntamiento de extracción priista, y quien votó en contra de esta resolución del cabildo, Arleth Ruth Trujillo Guzmán, dijo que se debe conservar el patrimonio natural y económico del municipio y un basurero reducirá el flujo turístico y con ello se perderán fuentes de empleo, además del irreversible daño al medio ambiente.
El Ayuntamiento de Villa del Carbón debe dejar de gestionar la construcción del sitio de disposición final regional tipo A, porque de no hacerlo dañaría “nuestro medio ambiente, nuestra magia y con ello lo que le da de comer a las familias de Villa del Carbón, haciendo llegar al municipio más de 100 toneladas de basura al día”, señala la regidora.
Advirtió que a pesar de las amenazas, violencia y presiones hacia su persona y su familia, seguirá luchando por buscar el bienestar de la gente del municipio y manifestándose en contra de que Villa del Carbón reciba la basura de los municipios de Nicolás Romero, Atizapán, Huehuetoca, Tepotzotlán y otros aledaños, conforme a la Norma Oficial Mexicana NOM-083-SEMARNAT-2003.
“Estoy consciente de la necesidad de modernizar el servicio de recolección y disposición final de residuos sólidos; sin embargo, estoy completamente segura que la solución no está en servir de basurero para demás municipios”, dice la regidora del gobierno local.
Dijo que hasta el momento no se conoce los detalles técnicos del proyecto y los dictámenes de impacto ambiental realizados.
Pidió que sea la UNAM o el Instituto Politécnico Nacional quienes realicen el dictamen de impacto ambiental y no las propias empresas que van a construir el proyecto del relleno sanitario.
Además pidió una consulta pública con los actores involucrados e interesados y que se inicie con un programa de educación ambiental, que se adecúe a las necesidades y posibilidades del municipio.