Es el 24 de mayo de 2018, el pequeño salón del hotel aún no se ha llenado, la prensa no se hace presente pero ellas, las madres de las víctimas, acudieron a la cita desde tempranas horas.
Se trata del foro para hablar sobre el feminicidio en el estado de México, sobre las cifras y sobre todo el dolor que ignora el gobierno.
Lorena Gutiérrez, mamá de Fátima, menor asesinada en febrero de 2015 en el municipio de Lerma, es la primera en hablar. No se guarda nada.
“¡Lo voy a decir todo, no me voy a callar nada!”, nos refiere Lorena previo al inicio del foro en el pasillo de ese hotel cuatro estrellas.
En el pequeño salón apenas caben unas 20 madres activistas y unos seis reporteros que atendieron la convocatoria.
Es día de arranque de campañas en la ciudad, un mal augurio para la reunión, se dicen las activistas.
También están presentes la Maestra María de la Luz Estrada, coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio y la asesora legal, Ana Yeli Pérez Garrido. Ambas organizan a las mujeres para rotarse en el micrófono.
Sobre una mesa instalada al costado del salón, se dispusieron bocadillos y café, pero las mujeres no piensan en el antojo, sólo quieren hablar. Algunas portan fotografías. Ahí está Nadia, Fátima y Mariana.
Todas escuchan atentas, y por algún momento transfieren ese dolor de la pérdida de sus hijas a quien está al frente. Lo comparten y lo transforman en fuerza.
“¡Yo no quiero vivir como prisionera en mi país! No es justo, porque seguimos siendo violentados”, reprocha Lorena con la voz quebrantada frente a las activistas.
La Maestra María de la Luz enlista a las madres que están presentes con cada una de las fechas en que comenzó su viacrucis por la justicia. La prensa presente no presta atención, pues esperan las cifras duras. Pero la activista se detiene y prefiere ahondar más en el reproche al Estado.
“Queremos decirles que tenemos preocupación por la gravedad, cuando vemos un estancamiento de las medidas en materia de feminicidios”, sostiene la especialista.
Durante el foro, se desglosa que entre 2014 y 2017 en la entidad mexiquense el número de asesinatos de mujeres fue de mil 420, de los cuales sólo 243 fueron tipificados como feminicidios.
La cifra resulta escalofriante, más que indica que el 50 por ciento de las víctimas fueron una edad entre los 11 a los 30 años. Las mujeres jóvenes son las que más están muriendo.
En esas cuatro horas de foro, en cada participación las madres activistas soltaron lágrimas y gritaron nuevamente justicia, le reclamaron al Estado y le preguntaron cómo reparará su daño.
El salón quedó solo. La intención se cumplió, el mal augurio de realizar el foro en el primer día de campaña quizás no sea tan malo, esperan que la nota se publique y se retome como parte de la síntesis noticiosa diaria que hace el gobierno. Al menos eso sirve un poco.