El regateo sigue siendo una de las prácticas más comunes que afectan a los artesanos y artesanas de Donato Guerra, quienes a diario salen a vender sus artesanías a municipios turísticos como Valle de Bravo e incluso Toluca, con el objetivo de ganarse el pan de cada día.
De acuerdo con el artesano Manuel Villegas, cuando las personas regatean le quitan el valor a su trabajo, sin embargo, a veces prefieren malbaratar sus piezas que quedarse sin comer.
“Nos siguen regateando mucho, mucho, son piezas que nos lleva tiempo hacerlas y su costo es de acuerdo a la complejidad de la elaboración y los materiales, pero a veces nos dicen ‘me gusta mucho, pero no te voy a pagar lo que me pides, te voy a dar tanto’, y le bajan el valor a nuestro trabajo”, comentó el artesano oriundo de Donato Guerra.
Cuando la pérdida es demasiada prefieren no aceptar la propuesta del cliente, pero cuando no se tiene el suficiente recurso para sobrellevar los gastos del día prefieren aceptar el pago que les ofrecen, aún cuando sea menor al que ellos tenían en mente.
Por lo anterior, el artesano lanzó un llamado a las y los turistas que recorren la zona sur de la entidad, a que si pretenden comprar alguna artesanía no la regateen, pues con ello se resta valor al trabajo de los y las artesanas.
Artesanías desde la imaginación
Agustina Victoria y Manuel Villegas tienen algo en común, además de ser familia, los dos crean sus artesanías en la mente y después las realizan en físico.
Monederos, carteras, tarjeteros, bolsas, mochilas, muñecas, quexquémitl, morrales, rebozos, pulseras y hasta collares, son sólo algunos de los artículos que crean con tejidos y bordados multicolores que le dan ese toque artesanal y único.
Las piezas pueden llevar incluidas piezas de chaquira, lo que además de elevar su precio incrementa el tiempo de elaboración.
“Cada pieza tiene un determinado tiempo invertido, pero las que más tiempo nos toma son estos, los colibríes, nos llegamos a tardar hasta tres o cuatro días en hacer una sola pieza, por eso si nos regatean no podemos bajarles mucho el costo, porque sería malbaratar nuestro trabajo”, comentó Agustina Victoria.
Las artesanías de mayor demanda son los artículos utilitarios, como las carteras y monederos, pero en temporada invernal incrementa la venta de gorros tejidos y bufandas, prendas en las que los artesanos llegan a invertir hasta cuatro días de trabajo por pieza.
“A esto nos dedicamos y diario salimos del pueblo (Donato Guerra) para irnos a Valle de Bravo, aquí a San Felipe del Progreso, a Toluca, a Villa Victoria, a veces las ventas son buenas, a veces no tanto o sacamos sólo lo de los pasajes, por eso nos cuesta mucho acceder cuando nos regatean”, agregó la artesana.