Toluca, México.- Como imán al metal, el reggaeton es un ritmo contagioso para niños y jóvenes, quienes en el pentagrama de sus acordes encuentran bemoles de sexualidad, violencia y misoginia, los cuales maximizan su intensidad en escenarios de desintegración familiar y precariedad educativa. No es música para todos los oídos. Así lo debaten distintos especialistas enfocados al tema social, educativo y musical.
Sin embargo, el reggaeton vence records de popularidad y ha llegado hasta la escena político electoral, pues en los mítines del candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PES), Andrés Manuel López Obrador, se escucha una versión de la melodía “Despacito”, una de las más sonadas en 2017, según el Latin Billboard.
Esto demuestra la efectividad del ritmo originado en Panamá, pues “si necesitas reggaeton ¡Dale!”, como cantan los fans de este género musical. Los de Morena no son los únicos, pues en las redes sociales circulan jingles y videos de reggeaton promocionando al aspirante presidencial de la coalición Todos por México (PRI-PVEM-Nueva Alianza), José Antonio Meade Kuribreña.
El éxito del reggeaton radica en la misma naturaleza de la música y su relación con la mente humana. “¿Dónde reside lo abstracto de la música? La música no necesita preparación para disfrutarla, es una estética y una ética donde las otras artes se comunican casi directo de cerebro a cerebro o de intelecto a intelecto, la música se comunica de alma a alma”, explicó el director del Conservatorio de Música del Estado de México (Comem), Lazlo Frater Harting.
No obstante, aclaró que el gusto musical es una responsabilidad de los padres, así como del entorno generado a su alrededor, por lo tanto, la ignorancia no recae únicamente en los menores.
“Si el niño escucha puras cosas soeces en la casa, como gritos o mentadas de los padres, ¿cómo les va a caer una canción con ese tipo de palabras?, (pues) les va a caer casi natural”, dijo. Y si en la familia presentan carencias ante la avalancha rítmica del reggaeton, en las aulas también hay tareas pendientes.
Especialistas en ciencias sociales y educación advierten que el sistema educativo gradualmente ha reducido la formación artística, que sirve para ampliar los gustos musicales de los estudiantes.
La realidad, indican, es que el reggeaton es uno de los preferidos en los festivales escolares, al saberse de principio a fin las letras y coreografías, tal como sucedió en otro tiempo con el rap, rock, grupero y rap. Entre las secuelas negativas, los mismos especialistas perciben que ritmos como el reggeaton pueden anticipar etapas sexuales y fortalecer estereotipos de misoginia y violencia. Los investigadores también aclaran este género por sí sólo no es violento, pero depende de los entornos.
Despacito… quiero desnudarte a besos… Reaggaeton lento…, si necesita reaggaeton dale…
Alán Ezequiel Escona Jiménez, de nueve años de edad, cursa el cuarto grado de primaria. Es un fan declarado de Luis Fonsi. “Con el reaggaetón puedo hablar, cantar y bailar cada vez que yo quiera, solo la pongo y ya”, confiesa.
Espontáneo en sus palabras, sin rodeos, menciona su canción e intérprete favorito: “Despacito” de Luis Fonsi. También disfruta escuchar “Ginza” de J. Balvín, de la que coreó “si te gusta el reggaeton dale…”, y “El reggaeton lento”, de la agrupación CNCO. Ante la mirada de sus compañeros, no sabe precisar su gusto por el reaggaetón y sus letras. Sólo le atrae el ritmo.
Abraham Mendieta Trujillo, alumno de sexto grado de primaria, también es uno de los millones de fans de Luis Fonsi por el tema “Despacito”, así como de “Baby”, de Maluma, quien podría ofrecer un concierto en Toluca durante este año. Karla Camacho, alumna de tercer grado en la escuela secundaria “Juan Fernández Albarrán”, está sentada en la parada del autobús junto a una de sus compañeras.
Ahí admite que le gusta el reggaeton, aunque no lo baila, por eso no tiene un grupo favorito. “De muchas canciones no me sé los nombres, solo las oigo y ya”.
Iván Sosa Pérez, de 14 años de edad, estudiante en la secundaria “Adolfo López Mateos”, comenta que no le gusta bailar ese género, aunque sí le agrada el ritmo.
En contraparte y como en gustos se rompen géneros se encuentra Luis Mora Saucedo, alumno de tercer grado de secundaria, a quien le agrada más la música electrónica que el reggaeton, pero si hay una melodía de su preferencia la descarga en su teléfono celular.
Ángel Daniel Userralde López, estudiante de la misma secundaria, destaca que sus gustos musicales son amplios, “escuchar un solo género es aburrido, a veces oigo reggaeton, pero solo por el ritmo, la letra no la escucho”.
En tanto, Renata Alvarado, alumna de tercer grado de secundaria, reconoce que ese género es muy escuchado y se toca en las convivencias. “Me sé las canciones porque se ponen de moda, no es música que yo tenga o busque, la bailo sólo en fiestas”.