El retorno a clases ayudaría en reducir los delitos contra la familia al interior de los hogares en el estado de México, luego de un repunte durante el último año, sostuvo José Luis Romero, representante de la Unión Nacional de Padres de Familia en Toluca.
De acuerdo con las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública, los delitos contra la familia aumentaron de forma considerable entre marzo de 2020 a marzo de 2021, al rebasar los 25 mil 278 denuncias ante el Ministerio Público.
Al respecto, Romero explicó que una de las razones a dicha violencia radica en que las víctimas, específicamente menores de edad y mujeres, permanecen mayor tiempo con los agresores motivo por el cual los conflictos son más recurrentes y de mayor intensidad.
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"La violencia doméstica y de género a la que se han enfrentado principalmente las mujeres durante este largo confinamiento, que lejos de considerar para ellas su casa un lugar seguro, con protección y que les provee alegrías, se ha convertido en miedo, incertidumbre y desesperación", advirtió el representante de la UNPF.
Destacó que los casos de violencia se han agravado por el estrés, incertidumbre o crisis emocional, por la pérdida del trabajo, crisis económica, perdida de un familiar y la falta de comunicación en la familia.
"También ayuda a visibilizar el problema el apoyo de instituciones y asociaciones que ofrecen sus servicios médicos, psicológicos o legales para proteger a la mujer y los niños, pero que dado los miedos y el sometimiento al que están sujetas las personas, implica una dificultad realizar una denuncia", señaló.
Ante este panorama, señaló que el retorno a clases debería ser un factor para reducir estos delitos, sin embargo, se requiere de un seguimiento desde las escuelas para observar las conductas de los niños.
"No bastaría sólo la posibilidad de las víctimas de salir más tiempo de sus hogares o alejarse de los espacios donde pueden ser agredidas, también deberá reforzarse con un acompañamiento y socialización con sus círculos familiares y de amistad, incluso detectarse en los centros escolares con los estudiantes, así como emprender campañas que favorezcan el respeto a la mujer y la denuncia, fortaleciendo a la familia desde un apoyo socio emocional así como procurar una mejora más acelerada en sus condiciones de vida", añadió el representante de la Unión Nacional de Padres de familia.
En días pasados, la Secretaría de Educación Pública (SEP) informó que previo a la retorno a clases presenciales se realizarán diagnósticos entre la comunidad estudiantil para saber en qué condiciones emocionales regresarán los estudiantes pues no sólo se intenta acoplarse a los cambios de hábitos sanitarios sino también a los cambios en las conductas debido al encierro obligado.
Mary Carmen Ortega, terapeuta familiar, explicó una de las consecuencias de la violencia familiar durante la pandemia, podría reflejarse en el estrés, ansiedad y depresión. "El regreso a clases va a reducir la violencia en casa, sin embargo el estrés, ansiedad y depresión no disminuye (...) Como secuelas quedarán físicamente las cicatrices visibles, mentalmente los recuerdos, las imágenes de lo vivido, y psicológicamente queda el daño de lo que se pudo o no hacer".
Finalmente sentenció que la forma en que se puede revertir este tipo de delitos en la pandemia es con acceso a líneas de denuncias prácticas que permita denunciar sin temor a las víctimas.
"Iniciando con el fortalecimiento de las líneas de emergencia en el gobierno, refiriéndome a qué es importante tener líneas de contacto y comunicación más claras y de acceso fácil, para que nadie se sienta inseguro en el hogar. Así como no olvidar el apoyo psicológico, médico y pedagógico", concluyó la psicóloga.