Toluca, México.- Al paso delviento, como si se tratara de danzantes multicolores que bailan alritmo de la música del aire, se ven los rehiletes artesanales deTemoaya, que han comenzado a invadir las calles y plazas de lacapital mexiquense y municipios cercanos.
"Ya vienen los vientos y hay queaprovechar para vender más este producto que traemos desdeTemoaya", explicó César González, un joven artesano ycomerciante del municipio otomí ubicado en la zonanorte.
César lleva cinco años en laproducción y venta de los rehiletes, lo cual aseguró, le da paracomer y pagar gastos para sus estudios.
Related contentSus artesanías, que también sonconsiderados juguetes, han ido a menos en las ventas por la faltade promoción a los juguetes artesanales del país, por lo quedeben de ofertarlos solo por temporadas.
"Los hacemos todo el año pero esmás cuando llegan los vientos, nos vamos a recorrer las callesasí como ahorita", dijo el joven artesano apurado armando el restode juguetes que vende a diario.
Acompañado siempre de su carritoimprovisado de dos ruedas, al que a lo largo le puso un tableropara colgar sus rehiletes, a César se le puede ver en la zona dela terminal, por avenidas como Cinco de Mayo, el centro de Toluca ylas plazas.
Su producto como en la mayoría delas artesanías mexicanas, no alcanza precios elevados por lacompetencia proveniente de China, por lo que un rehilete de tamañoestándar lo oferta en 70 pesos.
En un día normal, si le va bien enlas ventas, César alcanza a vender unas 10 piezas, no más, puessus clientes son escasos.
“Me enseñé haceunos cinco años con un señor del pueblo, anduve algún tiempo enla venta con él, pero luego me jalé solo, así vendo más y lasganancias son para mí”, explicó el también estudiante deTemoaya.