Más de 50 repartidores de plataformas como DiDi, Uber y Rappi bloquearon Paseo Tollocan, a la altura de Roberto Fulton, para posicionarse en contra de la propuesta federal que busca que las empresas los doten de seguridad social, pues esto se traduciría a jornadas laborales de 48 horas semanales forzosas al tiempo en que temen que se abra paso a los sindicatos a tomar las riendas de su vida laboral.
Uno de los voceros de los repartidores, Joseph López Beltrán, explicó que esta iniciativa fue creada sin tomar en cuenta la opinión de quienes dedican parte de su día a hacer los repartos, por lo que no contempla que si se hace obligatorio para las empresas darlos de alta en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se les impondrían obligaciones como empleados.
“Estuve en las mesas de diálogo a nivel nacional con la Secretaría del Trabajo, nos pidieron los pliegos petitorios y no se tomaron en cuenta. Queremos los derechos que hemos tenido como la libertad de conectividad, sin horarios y que la ley sea Dual, es decir, que solo se asegure a quienes así lo requieren”.
Lo anterior, dijo, debido a que el universo de repartidores de plataforma es variado, pues hay desde profesionistas que lo hacen para obtener dinero extra, hasta estudiantes y personas desempleadas, por lo que es variable la necesidad de ingresos de cada uno.
Por ello, se sumaron a las protestas organizadas a nivel nacional, ya que además de repercusiones en sus horarios laborales, que tendrían que ser de ocho horas diarias sin que se cuenten los tiempos muertos, es decir, el lapso en el que esperan a que caiga un pedido en su zona, también podrían perder sus trabajos.
“Hay personas que dedican cuatro horas diarias y otras que lo hacen hasta 12, es muy variado y conforme a las necesidades de cada quien, era lo atractivo. Otro riesgo es que con la obligatoriedad del seguro, subirían las tarifas y con ello se perdería la demanda, lo que nos generaría problemas porque si bajan los clientes, nos van a despedir, pasó en España, ahí se perdieron 70 por ciento de los empleos”.
De acuerdo con la propuesta, en el país existen alrededor de 260 mil repartidores; sin embargo, la cifra real, añadieron los manifestantes, se eleva hasta 2 millones por el aumento de la demanda del servicio a partir de la pandemia de covid-19.
Los obligarían a tomar todos los pedidos
Uno de los puntos en los que se concentra el rechazo es que, la propuesta federal también contempla que los repartidores no podrían rechazar repartos, lo que los pondría en riesgo.
“No es secreto que nos asaltan con pedidos falsos, sabemos que si cae uno en una zona roja en la noche, es para que nos asalten, por eso no los tomamos, hay muchas cuentas de clientes que son nuevas o no están verificadas, si nos obligan a tomar esos pedidos, nos están aventando como carne de cañón”.
Ante la problemática, se lanzó un exhorto a la Secretaría del Trabajo federal para que se tomen en cuenta las variaciones y condiciones de los trabajadores de las aplicaciones de reparto y conducción, ya que, de lo contrario, consideraron que lejos de crear trabajos formales, se generaría desempleo y crisis para quienes han optado por esta forma de tener ingresos.
El bloqueo se trasladó alrededor de las 13:00 horas a Palacio de Gobierno en donde realizaron un breve posicionamiento y se retiraron los manifestantes.