El “huachicoleo del agua” en el Estado de México, representará un importante reto para la próxima administración estatal, la cual comenzará actividades el próximo 16 de septiembre, ya que en municipios mexiquenses como Ecatepec dicho problema ha repuntado, mediante el robo de un millón de litros diarios.
Luego de señalar lo anterior, como parte del análisis de 12 temas y desafíos para la próxima gobernadora, Delfina Gómez Álvarez, los cuales se llevaron a cabo en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma estatal (UAEMex), María Soledad Gaytán Olmedo, doctora en Gobierno y Administración Pública, destacó que se trata de un robo de agua para comercializarla en las zonas en donde se carece de ella.
“El hecho de que no se haya logrado una distribución adecuada del agua está ocasionando problemáticas como el huachicoleo –concretamente Ecatepec-, debido a diferentes factores como el gran número de población, los desarrollos habitacionales en zonas que no son aptas para ello (La Teresona en Toluca) y la poca regulación por parte de la autoridad”, externó.
Derivado de lo anterior, explicó que está creciendo un mercado de “distribuidores no oficiales” o “huachicoleo”, los cuales “pinchan” las tomas de agua como sucede con el petróleo, llenan sus carros tanques y la llevan a las zonas en donde está faltando.
En muchas regiones de la entidad, dijo, tenemos un fuerte “tandeo”, porque no tienen el servicio del vital líquido por varios días, y a ello habrá que agregar que en muchos casos el agua no reúne las 50 características que establece la ONU en cuanto a calidad, entre ellas: el número de bacterias.
Para la especialista, más que el gobierno estatal serían los municipios los que tendrían injerencia directa para resolver este tipo de problemáticas, sobre todo en lo relativo a la gestión del agua urbana.
Al respecto, mencionó las reformas en 1999 y el artículo 115 Constitucional, en donde se amplía la responsabilidad municipal hacia el manejo y tratamiento de las aguas residuales.
“Sin embargo, es el gobierno municipal uno de los más débiles en nuestro país, lo mismo en términos de capacidad económica, técnica, administrativa, que de gestión”, externó.
Recordó que desde 1991 en la entidad mexiquense se inició con una política de descentralización, mediante el eslogan “dar el agua a lo que es del agua”, y dicha figura se presentó a través de los Organismos Operadores del vital líquido, pero tampoco ha funcionado adecuadamente.
También la especialista comentó que la misma ONU reconoce el derecho al vital liquido como un derecho humano, pero en la entidad, como en muchas partes del país esto no representa una realidad, y ante ello se está presentado el robo de agua o el huachicoleo.
“Desde el 2012 hemos estado batallando por cambiar la Ley de Aguas Nacionales, y poner un marco regulatorio justo para hacer una realidad el derecho humano al vital líquido; pero a pesar de que ha habido muchos intentos de reforma ninguno ha fructificado, justo por la oposición de diferentes grupos de la sociedad civil por el temor de que se convierta este recurso natural en una mercancía”, subrayó.
Por ende, consideró que, entre las acciones para lograr una mejor distribución de este recurso natural, se encuentran: Perfeccionar la regulación, fomentar la cultura del agua, repensar la gestión comunitaria y revisar la política descentralizadora.