La devoción ha permitido que comerciantes tengan un sustento durante la temporada del mes de enero y febrero cuando familias acuden a reparar y vestir a los niños Dios, como el señor Roberto Jiménez quien durante más de tres décadas se ha dedicado a darle vida a las imágenes religiosas.
En entrevista con el señor Roberto Jiménez, de 62 años de edad, comentó que aprendió el oficio desde muy pequeño en el estado de Puebla, de donde es originario.
Relató que por más de 40 años su familia se ha dedicado a la restauración de Niños Dios e imágenes religiosas.
"Este negocio lo inició mi abuelo , quien se dedicaba a la venta de figuras para los nacimientos e imágenes religiosas, después comenzó a reparar las figuras así como los niños Dios"
"El oficio lo aprendió mi papá y después yo y mis hermanos, fue de generación en generación, al principio me desesperaba pero con el tiempo le agarras el gusto y cuando ves cómo quedan te sientes orgulloso", comentó.
Refirió que cada año su familia restaura cerca de 250 niños Dios, sin embargo, dijo que del 6 de enero al 2 de febrero son más de 500 niños los que se visten y les dan un retoque.
Detalló que las restauraciones pueden llevarse de tres hasta siete días dependiendo los daños.
Aseguró que la mayor demanda se registra durante el mes de enero, previo al día de la Candelaria, por lo que junto con su esposa y sus hijos le dedican el 100 por ciento del tiempo a darle vida a las figuras religiosas.
Señaló que él y dos de sus hijos realizan la restauración de imágenes de cualquier tipo durante todo el año, ya sea de yeso, resina o madera.
Dijo que dependiendo del tamaño de la imagen y el daño que presenta es como se determina el precio y tiempo de entrega, los cuales comienzan de 50 pesos.
"Algunos niños Dios me los han traído casi deshechos, pero por el amor a la imagen lo mandan a reconstruir, algunos clientes han pagado hasta 700 pesos, es por la devoción", resaltó.
El señor Roberto dijo sentirse contento del trabajo que realiza junto con su familia, pues aseguró es gratificante ver que las personas quedan satisfechas al ver sus niños Dios completos, culminó.