La Botticella es uno de los restaurantes de Toluca que se ha mantenido en el gusto de los toluqueños pues, a pesar de los estragos provocados por la pandemia de Covid-19, la construcción del Parque de la Ciencia Fundadores y el Planetario, el restaurante se ha adoptado a las exigencias del mercado.
El gerente y propietario de La Botticella, Juan Domínguez Méndez, en entrevista con El Sol de Toluca, señaló que una de las claves para salir adelante es la resiliencia.
Recalcó que durante la pandemia donaron pizzas a personas de escasos recursos, hospitales y asilos, además se inició con la elaboración de pasta artesanal, para obtener dividendos.
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Sin embargo, el restaurante también pasó por momentos difíciles, pues debió cerrar cerca de 11 meses durante 2021.
El empresario comentó que La Botticella tiene nueve años de vida y debido a la crisis sanitaria del nuevo coronavirus tuvo que reinventarse, derivado del vaivén de las ventas presentado después del 14 de febrero de 2020.
Posterior a esa fecha, y al saber que serían inevitables las restricciones, el restaurante decidió realizar promociones, bajando el costo de las pizzas, a fin de liberar el inventario de materias primas.
Otras de las medidas que se implementaron, señaló el gerente, fue pagar un mes de sueldo a sus trabajadores para que estos se confinaran en casa.
Durante este mes de aislamiento, el gerente buscó alternativas, con el propósito de mantener el empleo de 14 personas y las ventas.
“Se me ocurrió donar pizzas, llevaban el propósito de ayudar a quienes habían perdido su empleo o la pasaban mal por la pandemia”, explicó.
Recordó que se comercializaron pizzas en 100 pesos, con ello se hacían más, y el margen de ganancia era muy "poquito".
Pese a esto, Domínguez Méndez señaló que lo que más le afectó fue la remodelación del Parque España y la construcción del Parque Fundadores.
“Eso comenzó en mayo de 2020, cuando nos fuimos, la calle (Plaza España) estaba normal y cuando regresamos estaba completamente cerrada, en lo personal me afectó más que la pandemia, porque cuando se reabrieron los restaurantes no pude hacerlo”, explicó.
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Fue así que en el segundo semestre de 2020, el negocio se reinventó al cambiar de concepto y vendieron “gordibuenas”, que eran gorditas de maíz quebrado rellenas, las cuales tuvieron buena aceptación, contó el gerente.
Sin embargo, no lo suficiente, pues al ser productos baratos no se costeaban los gastos de renta e insumos, lamentó.
Esa etapa concluyó en diciembre de 2020, para dar paso a la promoción de cenas navideñas, de las que se vendieron entre 100 a 150, con lo obtenido se cubrieron prestaciones.
El gerente externó que actualmente, el comportamiento de las ventas es fluctuante por la economía nacional, lo cual lo ha llevado a endeudarse.
Pizzas y arte
El arte y las antigüedades tienen un espacio en el restaurante La Botticella, el cual se encuentra a un costado del Planetario.
A lo largo de nueve años de brindar servicio a los comensales, en el establecimiento prevalece un ambiente de tranquilidad.
Domínguez Méndez, explicó que distintas figuras de mujer adornan el restaurante, la cual está presente en las obras plásticas y otros conceptos.
Gran parte del año 2021, el restaurante estuvo cerrado, este periodo lo ocupó su propietario para remozarlo y crear algunos cuadros. De esta manera dio mantenimiento a los muros y al mobiliario, al pintarlos y barnizar.
El gerente detalló que, al ser una etapa complicada para su negocio y dada la misma emergencia sanitaria por el virus SARS-Cov-2, a manera de catarsis se refugió en la creación de piezas artísticas. Esto sucedió a lo largo de 11 meses, pues sería en noviembre del año pasado cuando La Botticella retornó a la actividad, tras la inauguración del citado parque.
Estuve pintando, pegué esas hojas, coloqué las telas que penden del techo, pinté las sillas y los muebles(...) para no quedarme sin hacer nada o desesperarme en casa.
Detalló que ese periodo dio vida a dos piezas sin título, una colocada en uno de los corredores. “Es un Tzompantli, inspirado en la obra de Rafael Cauduro”, precisó.
El otro cuadro que presenta el rostro de una mujer con diferente expresión fue elaborado en la técnica de óleo y acrílico, el cual se encuentra en el área de recepción del restaurante.
“El restaurante va muy enfocado a la mujer”, enfatizó tras resaltar que también hay una serie de cuadros con imágenes de mujeres y otras figuras.
De igual manera, en la decoración del lugar existen antigüedades como básculas y otros objetos de cocina u ornamentales que ha obtenido en diversos establecimientos fijos, tianguis o mercados.
El restaurante es especialista en pizzas, pastas, focaccia, postres y una amplia carta de bebidas, café, malteadas, refrescos, agua, cervezas artesanales, vinos, licores y cócteles.
Asimismo, al saber lo difícil de la situación económica han tratado de apoyar a productores locales. "Nos surten chorizo Los M de Toluca", dijo.
En tanto que algunos quesos han optado por los fabricados en México, como la mozarella de Bufala, pues otros son importados.
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