"El Señor de Chalma me protege de todo", aseguró un feligrés que como miles acudieron al Santuario que tuvo que ser abierto para recibirlos; en el Ahuehuete retaron al virus y las medidas sanitarias fueron "letra muerta".
Pese al llamado para evitar participar en actos religiosos incluyendo procesiones, miles de fieles acudieron al Santuario del Señor de Chalma, ubicado en el municipio de Ocuilan.
“Vamos a Chalma porque tenemos que ir, es una promesa que no podemos dejar pasar”, refirió un peregrino quien junto a casi 50 personas se dirigía en procesión a Chalma.
En auto o caminando, miles de devotos al Señor de Chalma acudieron al paraje conocido como el Ahuehuete y pese a carteles colocados en la zona, las medidas sanitarias fueron omitidas.
Algunos sin el cubrebocas y sin la llamada sana distancia, miles de religiosos convivieron y se tomaron el tradicional baño en el manantial.
“Vengo de la Ciudad de México amigo, tengo una cita cada año con el señor de Chalma. Sí nos cuidamos, pero Dios también nos cuida”, dijo don Pedro.
Familias enteras llegaron a este paraje, un lugar obligado para quien visita el Santuario Señor de Chalma.
“Sabemos que el virus anda fuerte, pero también nosotros tenemos que sobrevivir y por eso venimos a vender”, comentó una productora de coronas de flores.
En un ambiente de fiesta, los visitantes bailaban en la pequeña explanada ubicada al lado del manantial.
“Ni yendo a bailar a Chalma”, les recordaba el sonido que se dejaba escuchar y hacía bailar a los feligreses que este jueves visitaron el santuario religioso.
Aunque se había anunciado que el Santuario de Chalma permanecería cerrado estos días, autoridades eclesiásticas en conjunto con los mayordomos, optaron por abrirlo y evitar con ello aglomeraciones.
Con la instalación de un módulo sanitizante y la puesta de gel antibacterial en la entrada del Santuario, uno a uno los fieles pudieron entrar al templo.
“Iba a ser imposible que no permitiéramos la entrada al templo, imagínate la aglomeración allá afuera. Por eso optamos por abrir y dejar entrarlos con orden”, dijo uno de los mayordomos.
Además de qué hay medidas afuera del templo, dijo, no se permite que los visitantes se detengan, es decir, vienen de entrada por salida.
“Nos visitan miles de peregrinos si hubiéramos cerrado el templo de cualquier forma hubieran llegado y se hubieran congregado en la entrada del templo”, finalizó la autoridad.