Las manos gastadas, con heridas cicatrizadas y huellas de pintura, representan la vida de trabajo que ha llevado Rúben Martínez, quién desde niño ha pasado su vida entre la pólvora, viendo como se construyen los castillos y toritos para las fiestas.
'Yo estaba chavo cuando empecé; mi papá fue el que me llevó al taller, me enseñó, y mi abuelo le enseñó a él, mi papá fue uno de los que, como decirlo, comenzó a ser visible la pirotecnia; la sacó de la clandestinidad', recordó Don Rúben sentado sobre un bote pintura, dentro del que ahora es su taller.
En una plática en este espacio ubicado en el poblado San Mateo Tlalchicilpan, municipio de Almoloya de Juárez, donde nació y creció; y ahora pasa la mayoría del tiempo creando nuevas figuras e ideando la manera de mejorar su trabajo, compartió sus recuerdos a El Sol de Toluca.
Yo me voy a dormir pensando que haré mañana; cómo le puedo hacer para que esto se mueva, para que tenga tal color y así todos los días
Con 61 años de vida y 45 de experiencia como artesano de la pirotecnia, ha participado en distintos concursos, uno de los más importantes en su trayectoria, es el que se realiza en su comunidad: el Concurso Nacional de Piezas Mecánicas que forma parte del Festival Internacional de la Pirotecnia que se organiza desde hace 3 años.
El año pasado en la segunda edición del festival, Rúben Martínez ganó el primer lugar creando la cabeza del Dios Quetzalcóatl. En esta competencia participan pirotécnicos de San Mateo Tlalchicilpan y municipios reconocidos por su trabajo con la pólvora.
'Para mi el trabajo con el que gané en 2022 fue un invento mío. Yo me sentí bien porque las personas que estaban ahí decían que mi trabajo estuvo bueno. Hicimos una especie de la serpiente emplumada pero a nuestra manera', explicó.
Al compartir su historia, también relató el momento en el que se llevó el primer lugar en el segundo Festival Estatal de la Pirotecnia que se realizó hace seis años en el municipio de Zumpango.
'En el primer concurso participe como juez y después me invitaron a competir. Hasta ahorita no ha existido otro concurso por eso seguimos siendo campeones, pero tampoco me gusta estar diciendo y diciendo'.
Para Rúben presentarse en otras regiones, competir y ganar le ha traído grandes satisfacciones, pero también es una motivación para innovar sus piezas y asegura que, 'tenemos que tener los pies bien firmes y no alzarte el cuello'.
Sus castillos, toritos y piezas mecánicas han sido solicitadas por mexicanos que se encuentran en Estados Unidos para fiestas que se celebran en el país, también han llegado hasta Monterrey, Chiapas, Michoacán y Puebla; trabajo que agradece a Dios.
'Gracias a Dios nos ha estado yendo bien, hemos tenido mucho trabajo, y ya tenemos fechas apartadas para enero del próximo año. Mis hijos, mi familia son los que me ayudan con todo', compartió.
Pero Rúben no olvida sus raíces y busca que San Miguel Tlalchicilpan siga siendo reconciendo como un referente de la pirotecnia, no solo en la entidad, también en el país y en el mundo, por eso es que, asegura, se continuarán haciendo estos festivales donde se promueve la cultura, la sana competencia y el valor por lo que esta hecho a mano.
