Este 1 y 2 de noviembre, los panteones de Toluca han lucido saturados. A dos años de restricciones por la pandemia, este año retomaron el ambiente familiar, de festividad, de tradición y colorido pues se visualiza un aspecto alegre en las tumbas donde han sido colocadas diversidad de flores como nube, gladiola, terciopelo, además de pétalos y flores de cempasúchil.
En el Panteón Municipal, ubicado en la delegación de San Felipe Tlamimilolpan, la afluencia es elevada y constante. Algunas personas retomaron las visitas al cementerio, luego de dos años.
“Es bonito, me decía mi nieta, creo que mi abuelo debe de estar triste porque no hemos venido, y yo le digo, no, no, también le han de haber dicho que había pandemia y no está triste, pero ahorita ya debe estar muy a gusto, es algo que une a la familia”, manifestó la señora Ana Elia Rivera.
Por tratarse de un espacio abierto, se puede ver que al menos el 50% de los visitantes ya no utilizan cubrebocas. Asimismo, en los accesos no se observa la aplicación de protocolos sanitarios.
Se observa a los visitantes acomodar flor en las tumbas, otros más, de última hora haciendo limpieza, mientras algunos platican y conviven, y también se aprecia a los que elevan alguna oración o un rosario por el alma de sus familiares.
Este año puede apreciarse en el acceso al panteón a decenas de personas cuyo oficio es limpiar y embellecer las tumbas. Desde temprana hora decenas de ellos abordan a los visitantes para cargar las flores y llevar agua pues por treinta pesos, o "para el refresco", limpian y adornan esos espacios.
Al interior del Panteón Municipal no podían faltar los grupos de música que las familias alquilan para interpretar alguna canción en versión de trío, banda de viento y hasta género de mariachi.
Los pasillos del Panteón Municipal de Toluca se vieron invadidos de nueva cuenta por cientos de familias, mientras en la parte exterior, decenas de vendedores tanto establecidos como informales, ofrecen flores, bebidas, botanas y hasta se instaló un área especial de venta de comida.
Y en las inmediaciones, otra vez, los visitantes padecen por asentamientos vehiculares y por la falta de espacios para estacionar sus vehículos
Se puede observar también que por tratarse de un espacio abierto, al menos el 505 de los visitantes ya no utilizan cubrebocas. Asimismo, en los accesos no se observa la aplicación de protocolos sanitarios.
Hacen ritual
La señora Teresa del Carmen acostumbra en sus visitas al panteón practicar un ritual. Para la mujer es importante hacerse acompañar de sus hijas, pues asegura que ese ejemplo le permite inculcarles las tradiciones y costumbres. Y aunque hace un año hubo restricciones, aseguró no ha dejado de acudir pues es algo que le heredaron sus padres.
“Cada año colocamos la ofrenda de acuerdo con nuestras posibilidades para recordarlos (a sus familiares difuntos) y el primero y dos de noviembre venimos a traer flores y les rezamos algunas oraciones y un rosario”, comentó.
Buscan alternativas de flor
Algunas personas se quejaron de los costos elevados de la flor, sin embargo buscaron alternativas, como el señor Alberto Ramírez quien platicó que viajó al municipio de Tenancingo para adquirir ese producto.
Dijo que gastó 200 pesos en la compra de nube y cempasúchil para adornar la tumba de su papá y señaló que con ese costo, a las afueras del panteón apenas hubiera comprado tres ramos pequeños de flor.