Los ejemplares de pelícanos blancos americanos que habían arribado a la laguna del Bordo, ubicada en la delegación de San Pablo Autopan, migraron, al igual que los visitantes que llegaban a diario a admirarlos.
Tras varios meses de permanecer en la laguna, los pelícanos se fueron hace unas semanas atrás, informaron habitantes de las orillas de la laguna.
Ya tiene varias semanas que se fueron, solo quedaron las garzas y los patos.
Javier, vecino del Bordo.
Este jueves la laguna se pudo observar sin las aves, las cuales generaron gran emoción entre los habitantes y turistas que llegaban a diario a tomar fotografías y admirar dicha especie.
La gente venía a diario, se tomaba fotos y se quedaban a convivir entre familia.Vecino del lugar.
Fue en el mes de diciembre que llegaron los pelícanos y se pudieron apreciar a la distancia por varios meses.
Vecinos de la zona aseguraron que anteriormente no habían presenciado la visita de estas aves.
Los especialistas en hábitat consideran que este fenómeno acontece debido a la búsqueda de refugios para descansar y buscar alimento para seguir la ruta a su destino.
Tras la migración de los pelícanos, la laguna del Bordo de San Pablo Autopan solo ha quedado como refugio para especies de patos y garzas.
Otros refugios
Junto con el santuario de la laguna del Bordo en San Pablo Autopan, también se pudo observar el arribo de esta especie en el parque Sierra Morelos de Toluca y la presa Ignacio Ramírez de Almoloya de Juárez.
El Parque Estatal Sierra Morelos, administrado por la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (Cepanaf) de la Secretaría del Medio Ambiente estatal (SMA), registró en el mes de febrero el arribo de aproximadamente 36 ejemplares de la especie de pelícano blanco americano al bordo llamado “Los Patitos” y “Los Ángeles”.
Personal del Parque Estatal reportó que el primer avistamiento fue el 10 de febrero, contando con la presencia de aproximadamente 12 ejemplares de la especie pelecanus erythrorhynchos, la cual aumentó el 11 de febrero reportando dos grupos de aproximadamente 36 ejemplares.
Mientras que en la presa Ignacio Ramírez de Almoloya de Juárez los ejemplares comenzaron a verse en enero de este año.
Sin embargo, en dicha laguna se denunció la cacería de las especies por pescadores de la zona, lo que alertó a las autoridades ambientales de la entidad.
Pese a ello, los santuarios provisionales de los pelícanos no fueron vigilados, ni se asignó personal para orientar a los visitantes, según constató este diario en varias visitas hechas a las lagunas.
Fueron los propios ciudadanos y colectivos de jóvenes quienes se organizaron para cuidar a los ejemplares y coordinar campañas de limpieza para recolectar basura.
Lagunas en extinción
La laguna del Bordo de San Pablo en la temporada de calor de este año, se vio afectada en su nivel de agua, el cual ha reducido hasta en 40 por ciento.
Asimismo, el cuerpo de agua presenta nuevamente rastros de contaminación con desechos de plásticos como llantas y botellas.
La presa Ignacio Ramírez, que coincide con al menos cinco poblados, es el sitio de las actividades de la pesca tradicional de mojarra, carpa, e incluso ajolotes.
Asimismo, es hábitat de patos silvestres, garzas y ahora pelícanos americanos que han emigrado del norte del continente.
Pero la laguna presenta severos riesgos por la caza furtiva de las aves y la contaminación de sus aguas con el drenaje de los poblados.
Mediante un recorrido hecho por la laguna, se pudo observar que la caza de las aves se hace de forma constante para la alimentación de los pobladores. Se pudo localizar a las orillas rastros de casquillos de escopeta y plumas de aves que habitan en la presa.
Asimismo, se contaron varios riachuelos formados por los drenajes que bajan de las viviendas y que no están sometidas a ningún tipo de filtro.