La inseguridad que provocan los delincuentes parece no dar tregua a los vecinos de las colonias Morelos, San Bernardino, Federal y San Buenaventura, quienes en las últimas semanas han notado un aumento en delitos como robo a transeúnte, a casa habitación y a los vehículos estacionados en la vía pública y sin importar la hora del día o la noche.
Vecinos de la zona han empezado a reunirse para acordar una forma efectiva de comunicarse con el alcalde de Toluca, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, para solicitar la puesta en funcionamiento del módulo de vigilancia ubicado en la esquina de las calles José María Morelos y Fray Bernardino de Sahagún en la colonia San Bernardino, donde crecen los asaltos y cristalazos.
Un vecino de la zona explicó que tanto en el día como en la noche, un grupo de personas, menores de edad algunos de ellos, viajan en un automóvil blanco con protección en las placas para impedir su identificación, se detiene cerca de donde están estacionados otras unidades en la vía pública y mientras unos quitan los tapones de los rines, otros rompen el cristal o abren las portezuelas para robar el estéreo y demás pertenencias que hayan dejado a la vista los propietarios.
Esto ocurre más frecuentemente los días que hay partido de futbol en el estadio Nemesio Diez, pues muchos de los aficionados no utilizan los estacionamientos formales, pues prefieren ahorrarse un poco de dinero dando solo una “propina” a los franeleros que desde temprano apartan lugares con botellas llenas de agua, con botes o lo que tengan a la mano.
“Esto incluso ha ocurrido con los padres que vienen a recoger a sus hijos a las escuelas, ya sea al jardín de niños Trinidad R. de Sánchez Colín o a la Secundaria estatal número 4, tanto en la mañana como al mediodía y por la noche, a la salida de alumnos y maestros del turno vespertino. De qué sirve que el módulo esté ahí si está abandonado, no hay teléfono, no hay policías, ni siquiera patrullas”, dijo.
Comentó que lo más lamentable es la forma como asaltan a los transeúntes, pues ya no sólo se conforman con amedrentarlos y quitarles sus pertenencias, sino que ahora recurren a golpearlos, a aventarlos para que se caigan y no los puedan perseguir mientras se levantan de la acera.
“Pero el riesgo mayor es que los empujen hacia el arroyo vehicular en el momento que circulan por ahí automóviles o autobuses de pasajeros”, sostuvo.
A nombre de los vecinos de la zona dijo que aprovecharán la reciente entrega de 500 unidades móviles para la Policía Municipal, a efecto de que la zona sea tomada en cuenta, pues como ya es sabido, cuando se pide ayuda al 911 tardan mucho en contestar y para que llegue un policía pareciera que hacen el recorrido a pie desde el módulo instalado en el Paseo Vicente Guerrero y Paseo Tollocan; es decir, llegan cuando ya todo está nuevamente en calma.