Hace algunos años, cuando Ulises, en su papel de cirineo, le ayudó al personaje de Jesús a cargar la cruz, volteó hasta en dos ocasiones para pedir a sus compañeros que no movieran el madero pues sintió que alguien lo empujó, pero nadie se había acercado, le dijeron. Desde esa representación de la pasión de Cristo, tuvo certeza de que alguien lo ayudó y se sintió conectado con ese símbolo característico de Semana Santa.
“No te vuelves a sentir solo, es una presencia que llega y Jesús ahí está, Él siempre te va a recibir hasta donde tú quieras, Él siempre va a estar ahí si tu lo dejas entrar en tu corazón, Él te va a recibir y te va a multiplicar todo“.
Este año, Ulises Pichardo personificará a Jesús en la representación de Semana Santa en San Mateo Oxtotitlán, en Toluca. Cargará entre sus hombros una cruz de 90 kilogramos de peso, seis metros de largo por tres de ancho y está feliz.
Comenzó Semana Santa en el valle de Toluca con el Domingo de Ramos
Confiesa que la parte más importante de su preparación ha sido la espiritual, a pesar de que la parte física le ha llevado a invertir muchas horas en el gimnasio y ensayos cada semana desde enero de este año. También se ha dejado crecer la barba y el pelo ya le cubre la nuca “por la carga de emociones y la presión de miles de personas”. señala.
Esa preparación no es visible, nadie la ve porque son muchos ratos a solas en oración, y donde parte importante ha sido encomendarse a San Mateo, patrono de esa delegación de Toluca; el cobrador de impuestos que, sin dudarlo, se hizo apóstol de Jesús.
A cinco años de haber participado como cirineo y hasta de apóstol, señala que hacer el papel de Jesus no es solo la preparación física y espiritual. El joven de 29 años comenta que los distintos pasajes, como el Domingo de Ramos, El Sermón de la Montaña, la Última Cena, la aprehensión y los concilios, le han dejado también grandes aprendizajes.
“El lavarle los pies a alguien, el besarlos, yo creo que nos enseña que todos podemos hacerlo, y cuando lo escalas afuera, significa ayudarle a los demás, a veces un dejar pasar a alguien simplemente con eso ya estás ayudando a estar en una mejor sociedad, hay que trata de adoptar las actitudes de Jesus”.
El papel de María, un honor por su amor maternal
Cuando a Salma Pichardo le anunciaron que interpretaría el papel de María, soltó en llanto por la emoción, pero a través de los días ha asumido ese compromiso pues lo interpretará por primera vez.
La joven de 26 años, y también originaria de San Mateo Oxtotitlán, confiesa que admira de María su amor maternal, la gran cátedra de amor que dio a la humanidad. A la fecha, trabaja arduamente en el manejo de sus emociones, en representar, agrega, los sentimientos por lo que pasó la madre de Jesús.
“La mirada es de una mujer perdiendo a su hijo, que están matando a tu hijo, creo que la desesperación, el dolor, el gesto de no poder hacer algo, sabiendo que es lo que tenía que hacer, trato de ser empática”.
Y aunque ya participó en otros años como María Magdalena, la Samaritana y la Verónica, piensa que el recorrido de María hacia el Calvario será un momento muy complicado, de ahí que le pide a Dios y se encomienda para que le permita comprender y hacer el papel lo mejor posible.