Rodeado de pequeñas flores moradas y basura, se encuentra el Bordo de San Jerónimo, también conocido como la laguna de Palmilas; hogar de aves migratorias que buscan un refugio en este lugar.
Ubicado sobre la carretera Toluca-Palmillas, en la comunidad de San Pablo Autopan, al norte de Toluca; la laguna que hace meses se observaba sin agua y a punto de secarse, ha recuperado su nivel debido a las fuertes lluvias de esta temporada.
En un recorrido que realizó El Sol de Toluca observó que el agua que meses atrás apenas si cubría el fondo del bordo, ha logrado subir y ahora hay zonas donde esta a punto de llegar a las piedras que se colocan para evitar que se desborde.
El estado actual de este cuerpo de agua nos regala una postal de la naturaleza, en esta imagen los patos y garzas aparecen sobre el agua, contemplando el ambiente y en ocasiones abren sus alas para cambiar de sitio y posarse sobre otra piedra.
Sin embargo son pocas las aves que siguen ahí, pues al ser migratorias, su estancia en tierras toluqueñas al parecer ha concluido y es momento de buscar otro sitio donde alojarse, así lo relatan los vecinos que viven cerca de la zona, quienes, entre febrero y marzo veían parvadas más grandes.
'Ahorita son pocos los patos, si hubiera venido a principio de año hubiera visto más. Así pasa, en estas fechas se van, yo digo que es por el frío', comentó un vecino de la zona.
La basura es otro elemento que forma parte de la laguna y aunque en el agua no se observan muchos residuos; las botellas, papeles, bolsas de plástico y hasta pañales se observan en los alrededores sobre el pasto verde, lo que opaca su naturaleza.
El agua por el momento mantiene un color azul claro, combinado con un verde que se hace más intenso en las orillas. Ahora los vientos de otoño parecen mecer el agua y los fuertes rayos del sol que salen por la mañana y permanecen durante el día lo iluminan formando algo parecido a un espejo sobre la laguna.