Dedicado a trabajar como operador de juegos mecánicos en ferias ante la necesidad económica de su familia, a los 14 años dejó la escuela. Comenzó a consumir tabaco, alcohol y distintas sustancias psicoactivas, adjudicando esto a la tristeza que le causó la muerte de su mejor amigo.
Su adicción conllevó el alejamiento de su familia; no obstante, tras ser detenido y candidato a este programa que brinda apoyo multidisciplinario a los participantes, logró superar casi siete años de adicción y mejorar sus relaciones familiares, laborales y de pareja, teniendo nuevas aspiraciones que lo motivan a salir adelante todos los días.
Luego de la audiencia de suspensión condicional del proceso, Alberto celebró que gracias al TTA retomó sus estudios y concluirlos se ha convertido en una de sus metas, así como conseguir un trabajo estable, con mayores ingresos y formar una familia.
- También puedes leer | Adolescentes, atrapados en el mundo del sexting
"Aspiro a saber vivir mi vida de diferente manera, con todo lo que me han enseñado en terapia psicológica y con la trabajadora social, que me permitieron ver de manera diferente el mundo y tener aspiraciones para salir adelante", añadió.
Durante la audiencia, Irma Isabel Vargas Quezada, jueza de Control del Distrito Judicial de Tenancingo, reconoció el entusiasmo del graduado que cumplió con los requisitos del programa, por lo que decretó extinta la acción penal y determinó el sobreseimiento de la causa.
Los integrantes del grupo interdisciplinario del Instituto de la Defensoría Pública, la Fiscalía Especializada, el Instituto Mexiquense contra las Adicciones y la Secretaría de Seguridad Pública, presentaron los reportes finales del seguimiento que se dio en el tratamiento que recibió, por lo que Alberto hoy tiene una segunda oportunidad de vida.