La Semana Santa será diferente este año en Chalma, uno de los santuarios religiosos más importantes del país.
En estos días previos a la feria en honor al Santo Señor, las calles aledañas al santuario lucen vacías, pues el turismo religioso decidió no asistir, atendiendo a las recomendaciones de las autoridades públicas por la pandemia mundial del COVID-19.
Como pocas veces en el año, en estos días los puestos de artesanías y dulces instalados en la avenida principal permanecen cerrados, pues los miles de peregrinos que acudían a pedir favores o cumplir mandas decidieron quedarse en casa.
Como en otras partes del país, los más afectados son los comerciantes, pues a decir de ellos, la economía de la localidad "colapsó".
Algunos tendrán que buscar opciones para poder llevar el sustento a sus hogares mientras dure la contingencia sanitaria; otros son presa de la "incertidumbre".
Aunque las autoridades anunciaron medidas de apoyo durante la contingencia, muchos dicen desconocer si serán apoyados.
Pero no solo es Chalma quien sufrirá los efectos de la situación, otros sitios cercanos como Malinalco, también se verán afectados por la falta de turistas.