Una historia de retos constantes, entre ellos, seguir adelante con una tradición centenaria de elaborar rebozos, es lo que ha caracterizado la vida del maestro artesano, Carlos González Serrano, originario de este municipio.
El artesano dijo a El Sol de Toluca que afortunadamente ha podido mantenerse económicamente de esta actividad en los últimos años y sacar adelante a su familia, aunque reconoció que no ha sido una tarea nada fácil.
“Tengo más de 20 años dedicándome a la elaboración del rebozo con tintes naturales y otros productos -cubrebocas y camisas-; sin embargo, enfrentamos diferentes retos porque las nuevas generaciones ya no desean enfocarse a la elaboración de este tipo de artesanía, además de que el costo de nuestros insumos ha repuntado de manera preocupante en los últimos meses”, externó.
Muestra de lo anterior, mencionó que el precio del algodón incrementó más del doble si lo comparan con el costo que tenía hace cinco años.
“El kilo de algodón ya nos está costando alrededor de 270 pesos, cuando anteriormente lo podíamos encontrar en 120 pesos. Aunado a ello, para que podamos adquirir este insumo debemos importarlo y pagar aranceles”, señaló.
Cabe mencionar que el rebozo fue creado y sigue siendo producido por los habitantes del municipio de Tenancingo y de Santa María del Río, en San Luis Potosí, quienes tienen como cultura y tradición la elaboración artesanal de esta prenda. Este producto es resultado del mestizaje que se originó con la conquista española.
Don Carlos, participa al igual que otros 50 artesanos en la tradicional Feria del Rebozo, que se lleva a cabo en la zona centro del municipio durante este fin de semana, porque no desea que se pierda esta importante tradición.
También González Serrano recordó cómo fueron sus inicios en esta actividad, cuando era niño y jugaba con unos vecinos que producían este tipo de artículos.
“Mi vecino tenía un telar y yo veía su labor, porque jugaba cerca, y fue cuando me comenzó a gustar esto de la elaboración de rebozos. La inquietud de mi maestro artesano es que falleciera y nadie siguiera con esta tradición, en donde sólo debemos echar a volar la imaginación”, apuntó.
En este momento, aseveró, fue cuando comenzó a practicar con los hilos y su maestro continúo con su labor de enseñanza a base de hilo natural.
Explicó que para el proceso de producción requiere de hilo natural, proveniente de Egipto o de Japón, el cual debe teñir.
“Casi todo el material que empleamos viene de fuera, porque en nuestro país ya no se siembra el algodón. Anteriormente, había producción de este insumo en Hidalgo e incluso en Tenancingo, pero tendrá como 100 años que ya no se realiza”, afirmó.
Además del algodón, los productores de rebozos utilizan seda que tiene un costo de 500 pesos cuando se adquieren 300 gramos.
“Debemos teñir nuestro hilo a base de tintas naturales -que se obtiene de las plantas como el azul añil-, aunque también tenemos las anilinas. El proceso de teñido nos lleva una semana, para posteriormente hervirlo”, comentó.
El artista obtiene de su imaginación las figuras o diseños que elabora en cada prenda, y que después pondrá a la venta, en precios que pueden ir -en el caso de los rebozos- de mil hasta 25 mil pesos.
Asimismo, agradeció el apoyo que ha venido recibiendo por parte de Fonart y la Casa de las Artesanías (Casart), porque les han ayudado en la parte de la difusión.
Finalmente, hizo un llamado a la ciudadanía para que siga adquiriendo rebozos y otros artículos artesanales de Tenancingo, ya que independientemente de la feria en la que participa este fin de semana, su negocio lo pueden encontrar en el mercado de la zona como “Artesanías las Lupitas”, el cual se ubica en la calle de Riva Palacio, en el puesto 13.