La ley de Seguridad Interior no muestra más que el interés del Estado por crear una “guardia pretoriana” que sirva únicamente para cubrir sus intereses, consideró el especialista en Sociología, Josué Quiroz, quien dijo que no debe perderse de vista en el análisis de esta normatividad que el soldado ha sido formado para “destruir al enemigo”.
Al respecto, el investigador pidió tomar en consideración que al soldado “nunca se le dice” que debe buscar la prevención en sus acciones antes que la destrucción. No estamos hablando de un servidor público; además de que mientras el soldado destruye el policía busca prevenir”.
Desde su punto de vista, no se debe partir de la violencia para atacar ciertos ilícitos, ya que en los últimos años se ha visto que en México toda la estructura social se ve sesgada por lo que ya ha venido ocurriendo con la delincuencia organizada.
Anteriormente, dijo, muchos jóvenes deseaban ingresar a la policía o al Ejército, porque lo veían como una cuestión de honor, e inclusive, de vocación, pero el comportamiento de ambos sectores en los últimos años ha propiciado que ahora su labor se vea desvirtuada, comparándolos con los mercenarios.
Aunado a lo anterior, aseveró, ahora se le ve a los elementos policíacos como personas que se dedican a conseguir “dinero fácil”, con lo cual los recursos que obtienen ya se ve como algo “manchado” y “desprestigiado”.
“Lo que existe actualmente, es una falta de confianza por parte de la ciudadanía a la labor que realizan tanto los soldados, como los policías. Aquí estos elementos laboran bajo el estrés y pueden volverse una amenaza para la sociedad”.