Con el regreso parcial a las clases presenciales, especialistas indican que la socialización debe ser un factor primordial con el fin de garantizar el aprendizaje, para lo cual se requieren nuevos espacios de convivencia que incluyan medidas sanitarias, pero garantizando el desarrollo emocional de los infantes y adolescentes.
Y es que con el regreso a clases presenciales, tras el confinamiento, los profesores tienen que generar los espacios de convivencia para retomar la parte social de los alumnos, más allá de enseñar los conocimientos de las materias.
“Nos dijeron distanciamiento social, y el distanciamiento era físico, no social; entonces nosotros en nuestra mente asociamos social y físico, y hoy vamos a tener la oportunidad de reconfigurar estos aprendizajes con todos los mecanismos y protocolos que se están preparando”, señaló Alejandro Gutiérrez Cedeño, coordinador del Centro de Estudios y Servicios Psicológicos Integrales de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).
En este sentido los docentes deberán hacer un acompañamiento psicoafectivo en las primeras sesiones de clases, pues ahora tienen que entrar al mundo subjetivo del estudiante, antes de enseñarles otros conocimientos.
“Estoy casi seguro que nadie va a enseñar el dos más dos en la primera semana, pues tendrán que hacer un ejercicio de contención de convivencia, de expresión, pues en este año hubo mil experiencias de vida que el niño debe contar”, reiteró el psicólogo entrevistado.
Hay niños y jóvenes que cambiaron de nivel escolar y no se conocen, por lo que será importante las dinámicas de integración para que se reconozcan entre ellos, externó el especialista.
Detalló que la nueva normalidad debe ser entendida como nuevos comportamientos de protección y cuidados, por lo que en la escuela deberá seguir prevaleciendo el lavado de manos, la distancia entre personas y el uso del cubrebocas.
Explicó que el proceso del aprendizaje de los niños sobre la protección será igual que cuando aprendieron a usar el cinturón de seguridad en un vehículo.
Retos en la nueva normalidad
Por otro lado, las prácticas educativas deben reinventarse tras el regreso a clases presencial, donde se debe conformar un nuevo equipo integrado por docentes, padres de familia y alumnos.
"Ahora la pandemia demostró que el maestro tiene que preparar muy bien su clase, pero quien va a ver el aprendizaje de los alumnos son los padres de familia", explicó José Esteban Mario Guadarrama, docente de la escuela Normal de Valle de Bravo.
Externó que en esta nueva normalidad el profesor tendrá que reconfigurar esta figura de autoridad y de única voz de imposición para aprender a hacer equipo con los otros dos involucrados en este proceso: estudiantes y padres de familia.
Rezago
En la parte académica, los especialistas explicaron que no habrá un rezago sustancial, pues a pesar de que se está trabajando bajo un modelo de competencias, el sistema de calificaciones vigente ofrece bondades para el estudiante.
"No creo que pueda haber rezago por la sencilla razón que se está en una visión donde se pide entender las condiciones de trabajo, valorando cómo está el sujeto para apoyarlo, en lugar de reprobarlo o sancionarlo", explicó el docente normalista.
Aunque, explicó, sí se tratarán de unificar criterios de aprendizaje, entonces sí se viviría un rezago educativo en materias relacionadas con la lógica.
Sin embargo, los docentes deberán echar mano de su imaginación para poder revertir esto, cumpliendo como profesionales en la materia, más allá de trabajar para el estado, externó.
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