En esta temporada incrementan en un 10 por ciento los casos de alergias asociadas a las condiciones climáticas, donde influyen los cambios estacionales, informó el coordinador de Enseñanza e Investigación de la Unidad de Medicina Familiar 222 del IMSS, Guillermo Espinosa Fuentes.
El especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) explicó que la atención médica por ese motivo se otorga mayoritariamente por rinitis y dermatitis alérgica, ambos padecimientos se presentan en cualquier rango de edad, aunque las personas más expuestas son los menores de edad.
Mencionó que los cambios de estación son propicios para determinar esos síntomas, ya que el viento difunde el polen de las plantas y quienes son sensibles a ello agudizan la problemática.
“Cerca de un 10% suben los casos, disminuirán cuando empieza la temporada de lluvias porque el polen y el polvo se mantienen a nivel del suelo y no se esparcen en la atmósfera”.
En tanto que en primavera, cuando no existen precipitaciones pluviales, los días son secos, calurosos y ventosos.
El doctor expresó que los síntomas más frecuentes en los pacientes con algún tipo de alergia son estornudos, lagrimeo, escurrimiento nasal (inforedes), picazón de la nariz (rinorrea), de boca y garganta, así como problemas en el olfato y ojeras.
Asimismo, agregó, algunos cuadros suelen acompañarse de oídos y nariz congestionados, dolor de garganta y de cabeza (cefalea).
Esto, indicó, en muchas de las ocasiones promueve o invita a la automedicación, sobre todo de las madres de familia a sus hijos para tratar de controlar el malestar.
No obstante, apuntó, es necesario acudir al médico para una valoración del paciente y determine a qué corresponde la sintomatología.
Los alérgenos más comunes, precisó, son el polen, polvo, la caspa, medicamentos, ciertos alimentos y el sol no se considerá como tal pero se asocia a la temperatura o la exposición.
Expresó que cada organismo reacciona diferente a los agentes alérgenos del organismo y no existe una causa o detonante en particular.
“Se puede ser propenso a las alergias al no tener una nutrición adecuada, un desgaste por enfermedad o tratamiento médico, por asolearse mucho que disminuya las defensas que permitan el ingreso de los elementos ajenos, incluidos las alergias a raíz de una baja en la defensa”.
Finalmente, recomendó a quienes tienen alergia al polvo, mantener una higiene. También es conveniente que la ventilación de la casa sea limitada porque pueden ingresar varios agentes, así como cuando se viaja en auto, al cerrar las ventanillas y no haya contaminación por ese motivo.
Difícil cambio de estación
Katerin todas las mañanas estornudaba durante su primer contacto con el sol, posteriormente tenía los ojos llorosos o presentaba comezón, así como congestión en la nariz.
“Todo el día tengo la nariz tapada, comezón en el oído y en los ojos”.
Por su parte Lidia Isidro hace un par de años desarrolló una alergia producida por alimentos, derivada del consumo de queso y otra a los moscos, pero ambas se encuentran controladas, aunque es alérgica al aire acondicionado.
En este proceso tuvo que vacunarse durante un lapso de un año para evitar los efectos negativos que le resultó de un tratamiento costoso porque acudió a un alergólogo particular y por cada inmunización pagaba más de mil pesos.
Isidro comentó que en su familia también padecen de rinitis alérgica dos de sus hermanos, el mayor al polvo y detergentes, y la menor tiene asma y rinitis alérgica, cuyas enfermedades se agudizan en cada cambio de estación.
