La pandemia por la Covid-19 impidió a un artesano seguir comercializando sus productos; sin embargo le dio otro giro a su actividad y desde entonces subsiste con la elaboración y venta de cubrebocas.
Juan Carlos Muñoz es un artesano que desde hace varias décadas se dedica a la fabricación de pulseras, collares y billeteras entre otras cosas; pero con la llegada de la pandemia por la Covid-19 todo cambió.
Juan Carlos ofrece los cubrebocas en el obelisco del deportivo de Sierra Hermosa y aunque reconoce que en un principio no creyó que la alerta sanitaria por la Covid-19 se prolongara, esta le ha dado una oportunidad, la cual le ha permitido subsistir por más de año y medio.
Juan Carlos relató que en los primeros meses de la pandemia, al no ser sus productos de primera necesidad, le fue permitido vender las artesanías que elaboraba en los diferentes mercados del municipio de Tecámac. En un principio no le preocupó, ya que como muchos otros comerciantes pensó que con la llegada de la pandemia, solo dejaría de vender algunas semanas.
“Al igual que muchos pensé que era un invento y que el encierro solo iba a durar sólo unos días; pero todo se me complicó, el poco dinero que tenía ahorrado se terminó, después ya no dejaron que se pusieran los mercados y no tenía un lugar para poder vender”, dijo.
Comentó que fue un familiar el que empezó a elaborar los cubrebocas por mayoreo, que son vendidos principalmente en la Ciudad de México. Entonces, Juan Carlos y su esposa empezaron a ofrecerlos a los compradores a través de una plataforma por internet, y con esta forma pudo sobrellevar económicamente la falta de espacios para venderlos directamente a las personas.
Para hacerlos más atractivos, el artesano y su pareja comenzaron a darles otra vista a los cubrebocas con colores más llamativos y elaborados a base de yute, algodón y espulgon. Indicó que los diseños de las costuras son reforzadas para evitar el deterioro de la tela cuando se lavan.
Destacó que cada pieza tiene un diseño diferente, pueden ser de mariposas, lotería, sandías, flores y algunos también tienen estampados de temporada como es actualmente las fiestas patrias o Día de Muertos. Los precios varían de acuerdo al diseño y pueden ser desde 20 hasta 50 pesos.