El Gobierno del Estado de México suministrará productos de gestión menstrual a mujeres en las zonas de alta marginación, luego de que el Congreso mexiquense aprobó una iniciativa que consideró necesaria ya que hay niñas que durante su periodo utilizan cartón como protección por falta de recursos económicos.
En San Simón de la Laguna, comunidad mazahua perteneciente al municipio de Donato Guerra, al sur del Estado de México, es común que las adolescentes en edad escolar usen trozos de tela en sustitución de toallas sanitarias, incluso hojas de libreta o cartón, ya que el comprar algún paquete de esos insumos no entra dentro del presupuesto familiar.
“En el periodo menstrual usan papel higiénico en el mejor de los casos, las niñas que tienen más recursos optan por eso, si no, las hojas de cuaderno, o mejor no van a la escuela porque no se sienten seguras pues una toalla sanitaria trae pegamento”, señaló la profesora Mónica, quien ha vivido esa situación con sus alumnas, la mayoría, dijo, de escasos recursos económicos.
Sin embargo, las madres de las menores explicaron a detalle la situación.
“Aquí la mayoría de la gente ocupa un trapito que ya no ocupe o ropa que no use, por la falta de economía pues las familias tienen muchos hijos, quienes tenemos un trabajito buscamos que nuestras hijas no sufran y compramos toallas”, narró una de las madres de familia.
El pasado martes, el Congreso mexiquense aprobó por unanimidad que el estado suministre productos de gestión menstrual para niñas, adolescentes, mujeres y personas menstruantes, con prioridad a las zonas de alta marginación. La iniciativa aclara que deberá ser de acuerdo “con la suficiencia presupuestal disponible”.
Dicha iniciativa establece que corresponderá al Consejo de Salud del Estado de México suministrar esos productos de gestión menstrual con el fin de prevenir la discriminación, la desigualdad y la violencia contra niñas, adolescentes y mujeres menstruantes.
Dicho dictamen implicó reformas al Código Administrativo y las Leyes de Educación y de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes.
Se espera que esas reformas sean publicadas en el periódico oficial Gaceta de Gobierno en los próximos días, y que establezca aspectos como el presupuesto y las reglas de operación.
Dicha medida tiene un antecedente en el Estado de México. La pasada administración estatal etiquetó un recurso de 20 millones de pesos para la distribución de esos productos en las escuelas mexiquenses.
COSTOS Y CARENCIAS
En el mercado, la variedad de artículos de gestión e higiene menstrual van desde los 17 pesos las toallas sanitarias de ocho a 10 piezas, hasta cerca de 80 pesos, de 30 unitarios; sin embargo, puede sobrepasar ese costo, todo depende de la calidad de los materiales y las marcas.
Los tampones, que son los segundos más usados por las personas menstruantes, va de los 30 pesos en adelante la caja con 12 piezas, mientras que la copa menstrual, que es un contenedor pequeño que se introduce a la vagina para recolectar el sangrado, el cual puede estar al interior del cuerpo por hasta 10 horas, es ecológico, reutilizable y pueden tener una vida de duración de cinco años, el costo es diverso según marcas o materiales y se encuentran desde 400 pesos.
Sin embargo, los tampones o la copa menstrual son menos demandados en el mercado, lo que incluye las zonas marginadas.
En San José, como en otras zonas marginadas del Estado de México, con población indígena, pocas fuentes de empleo y comercios, las adolescentes cuando pasan por su periodo menstrual en el mejor de los casos se privan de realizar actividades de educación física, pues prefieren faltar a sus clases.
“Se les nota la inseguridad al levantarse o sentarse continuamente por temor a sufrir un accidente en su ropa o les escurra sangrado”, señaló la maestra Mónica.
La profesora consideró que la implementación de lo aprobado por los diputados ayudará mucho a este tipo de comunidades. “Es mejor dotarlos de esos productos que de dinero porque hay muchos niños que tienen becas, pero no lo usan para las necesidades de los menores sino de la casa, y van mal alimentados”.
Para la madre de Karen, una estudiante de la comunidad de San Simón de la Laguna, la iniciativa es buena, aunque consideró que sería mejor si se complementa con educación sexual por ser “un tema que causa pena”.
“Aunque se supone que estamos en tiempos modernos, no es así, encontramos comunidades como la nuestra con mucha pobreza, de aprobarse beneficiaría mucho”, comentó la profesora Mónica.
La madre de una estudiante de secundaria, quien también dijo llamarse Mónica, comentó que el desembolso en su presupuesto mensual es cercano a los 200 pesos al comprar por lo menos dos paquetes de toallas sanitarias nocturnas y, además que opta por pastillas para aliviar cólicos.
“Los paquetes de toallas cuestan de 72 a 80 pesos, de las nocturnas para mayor protección, porque en la secundaria de ocurrir un accidente las niñas son víctimas de bullying”, comentó la señora Mónica, y agregó que el gasto crece porque su hija padece cólicos por lo menos el primer día del periodo menstrual por lo que adquiere una caja de 12 comprimidos a un precio de 84 pesos.
ES CUESTIÓN DE SALUD
Las comisiones de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología e Innovación; Para la Igualdad de Género, así como de Salud, Asistencia y Bienestar en el Congreso local aprobaron el suministro de productos de gestión para personas menstruantes al dar prioridad a zonas de alta marginación, según el presupuesto.
De acuerdo con la iniciativa aprobada por las comisiones de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología e Innovación para la igualdad de género, y la de Salud, Asistencia y Bienestar en el Congreso local se prevé el reconocimiento de que la menstruación forme parte de la salud reproductiva; disponibilidad de entornos seguros y privados; acceso a la educación en salud sexual y reproductiva, e higiene y gestión menstrual.
Además de que, la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación deberá de implementar planes, programas y acciones que prioricen algunos aspectos como la gestión menstrual, otorgar becas de acuerdo con los recursos financieros con los que se cuente y demás apoyos económicos.
En tanto que el Instituto Mexiquense de la Infraestructura Física Educativa deberá realizar estudios y proyectos que permitan la disponibilidad de espacios privados adecuados y seguros para limpieza y cambio de productos para la gestión menstrual.
Previo al aval del dictamen, la diputada del Partido Acción Nacional, Ingrid Schemelensky Castro, impulsora desde la legislatura pasada de la iniciativa, comentó que se dio prioridad a zonas marginadas.
Asimismo, la presidenta de la Comisión Para la Igualdad de Género, Paola Jiménez, comentó que el espíritu de la iniciativa es generar igualdad en particular en esas regiones.
La secretaria de la Comisión de Salud, Asistencia y Bienestar, Rosa María Zetina, expresó que ha sabido de niñas que durante su periodo menstrual utilizan cartón como protección. “En esos lugares hay que poner los focos y estar al pendiente de las necesidades, es una cuestión de salud”.
TRANSPARENCIA Y PERSPECTIVA INTERCULTURAL
La activista menstrual del municipio de Villa Victoria, Diana Rocío Cruz Garduño, señaló que se debe discutir y participar para generar procesos de cambio en una educación sexual y menstrual integral con perspectiva intercultural por las zonas rurales e indígenas.
“Lo primero es dialogar con la población, con las mujeres de todas las generaciones y escuchar la forma de vivir la menstruación más allá de una industria de la higiene como sujetos consumistas, lejos de nuestra capacidad de agencia histórica”, comentó.
La activista agregó que las educadoras menstruales deben ser partícipes y aceptar críticas para generar procesos de gobernanza, que no es sólo recibir los productos de higiene menstrual y que cada quien se las arregle: “Este tema ha generado violencia, es un tabú entonces se debe reconstruir".
