Pese a que el edil de Tejupilco Anthony Domínguez, dejó entrever que la diócesis de Altamirano tenía un permiso especial por el gobierno estatal para realizar actividades litúrgicas en municipios sureños, el obispo Joel Ocampo Gorostieta, hizo un llamado a los sacerdotes y fieles a evitar todo tipo de actividades religiosas que implique aglomeración de personas.
Mediante un documento emitido, el pastor de la diócesis de Altamirano a la que pertenecen los municipios de Tlatlaya, Luvianos, Tejupilco, Amatepec, entre otros, indicó que después de haber vivido las fiestas de Navidad y Año Nuevo de manera diferente a los años anteriores, los invitó a retomar el camino con mayor responsabilidad, asumiendo la cultura del cuidado.
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Además, aseguró que ante la presente situación, donde los contagios y decesos han ido en aumento y los hospitales y centros de salud pública y privada están al borde del colapso es necesario llevar a cabo acciones urgentes como cerrar filas y respaldar a las autoridades civiles y sanitarias en las tareas de concientización y cuidados que se deben de tener para detener este virus letal.
Muestra de ello, fue lo sucedido con el primer sacerdote de la diócesis el padre Ramón Esquivel Santos quien el pasado 31 de diciembre murió a causa de Covid-19 por lo que exhortó a los sacerdotes y fieles a evitar aglomeración para evitar el riesgo de contagio.
“No bajemos la guardia y sigamos la única y mejor arma de prevención: el uso del cubrebocas, la sana distancia, el lavado de manos frecuente, el uso de gel antibacterial, y evitar asistir a fiestas o lugares de concentración de personas”, reiteró en su llamado.
En dicho documento pidió a la feligresía que, por los que más aman no salgan de casa si no es necesario, eviten asistir a reuniones y fiestas familiares.
Tengamos fe y esperanza en que esta situación va a pasar y entonces podremos reunirnos y celebrar en familia y comunidad.