Tania y la pasarela de los derechos de la comunidad transexual

Participará en el concurso Miss Trans 2018, con el fin de reclamar garantías

Por Filiberto Ramos

  · miércoles 25 de abril de 2018

Foto: Daniel Camacho.

Almoloya de ico.- Tania luce un vestido de gala en color negro y adornos dorados mientras posa para las fotografías. No es una modelo de pasarela que contratan las grandes marcas. Su escenario está en los certámenes que organiza la comunidad trans, y a ella la eligieron este año para ser la representante del Estado de México.

“No lo hago tanto porque vean a Tania, la más guapa, lo hago por una visibilidad social, para poder luchar por los derechos de la mujer trans”, afirma Tania de la Vega.

Foto: Daniel Camacho.

Es una mujer transexual oriunda de Toluca que viajará a Chiapas para participar el próximo 28 de abril en Miss Trans 2018.

“¡Es demostrar que podemos hacer cualquier trabajo!”, sostiene la modelo. De alguna forma, la pasarela para ella, es una plataforma que debe aprovechar.

Foto: Daniel Camacho.

El certamen al que acudirá lleva varias ediciones y esta vez se realizará en el estado de Chiapas, con 26 representantes del país, incluida la mexiquense.

Asegura que es la primera vez que asiste, aunque no desconoce la dinámica. Los certámenes, no son nada parecido a Miss México o Miss Universo, precisa. El tabú sexual y el morbo, son elementos que se hacen presentes.

“Aquí no se considera cumplir requisitos como en los certámenes tradicionales, como la pose, el cuerpo, medir tanto, sería un error porque lo que se busca es la inclusión”, argumenta Tania.

Habla claro y abierto sobre su condición en la sociedad y la de su comunidad. Asegura que falta mucho para que se acepten sus derechos.

“Yo he trabajado desde chica, a los nueve comencé a ganarme la vida y no es justo que el estado nos niegue igualdad, si también pagamos impuestos”, recrimina sobre el tema. Su camino en la vida la ha hecho aprender de leyes y derechos.

Sentada sobre uno de los sillones de su sala, se explaya sin perder el porte. Luce maquillada siempre, labios en rojo y gruesos, de nariz fina y cuida a cada momento el andar de su cabello. Su cuerpo es escultural, aunque asegura creer más en la belleza interior del ser humano.

Foto: Daniel Camacho.

En la charla cambia el tema. No ignora hablar sobre las iniciativas de ley que no se aceptan y luce con experiencia en el desarrollo de su discurso. Vivir en la discriminación lo obliga.

“Lo que más nos urge es la ley sexogenérica, es indispensable para nuestros derechos”, insiste sobre la ley que fue ingresada a finales del año pasado en el Congreso local y se mantiene en discusión.

Su respuesta engloba las respuestas de toda su comunidad, donde se padece de identidad jurídica para votar, no hay posibilidad de realizar un trámite de seguridad social y se les discrimina para ocupar un empleo formal.

“Cuando la apariencia no concuerda con tu identidad de nacimiento, es cuando encuentras las trabas para hacer un trámite legal, tener derecho a la salud”, explaya Tania.

Foto: Daniel Camacho.

Aunque se empeña más en hablar del certamen, no omite compartir detalles personales, como el que su cambio comenzó a los 15 años, desde esa edad supo de la discriminación y de ganarse la vida en las calles.

“¡Lo que tengo me ha costado ganármelo con mucho esfuerzo!”, sostiene Tania.

Previo al certamen de Miss Trans 2018 Tania revela que aunque no hay grandes patrocinadores, si existe presión y estrés, además de emoción por lucir sus vestidos.

“Uno tiene que pagar casi todo, pero repito que lo hago por defender nuestros derechos”, confirma la mujer transexual.

El próximo lunes en Chiapas usará dos vestidos de noche, uno de lencería, un traje típico regional y otro de cóctel, los cuales ya tiene listos. Si gana los planes son promover eventos que ayuden a la comunidad transexual.

“Está dura la competencia pero haremos lo mejor”, responde Tania sonriente, mientras se acomoda el vestido para posar en las fotos. Se dice adicta a la ropa.

Foto: Daniel Camacho.

En su guardarropa conserva más de 60 vestidos y un número similar de zapatos, los tiene de color nut, negros, dorados, plateados y rojos, todos de tacón alto que le hacen ver de mayor estatura a su 1.65 metros.

“Soy vanidosa por naturaleza, uno se debe quererse”, revela y nuevamente sonríe con temple fotogénico a la cámara.