Toluca, México.- Los especialistas en marketing político Juan Burgos Franco, Alejandra Martínez Soto y Carlos Alberto Lorenzana Domínguez, advierten que la falta de congruencia en los discursos de Andrés Manuel López Obrador se asemejan a las del hoy presidente de Estados Unidos Donald Trump, de quien se decía que su comportamiento obedecía sólo a la campaña, pero al asumir el cargo ha confirmado que es un sello característico de su personalidad y lo ha mantenido.
Invitados a la sesión mensual de la Cámara Nacional de Comercio y Turismo del Valle de Toluca (Canaco), coincidieron en señalar que este comportamiento del candidato de la coalición “Juntos haremos historia” fundamenta el temor de los empresarios que temen ver afectadas sus inversiones por su costumbre de decir una cosa en un foro, de corregirlo en el siguiente y en otro decir que siempre no en el tercero y volver a lo mismo.
Si bien las encuestas son sólo el reflejo del momento y están muy focalizadas en zonas urbanas con perfiles determinados, apuntaron, pareciera que la tendencia no cambiará a menos que se sume un valor no contemplado y comentaron que la elección de 2000 el objetivo era sacar al PRI del gobierno; en 2006 que el PRI no regresará, mientras que en 2012 fue el componer lo que no descompusieron o no hicieron bien los del PAN, pero en ésta todo es negativo.
Comentaron la probabilidad de que José Antonio Meade, candidato ciudadano al que le ha pesado la marca PRI por sobre su experiencia, talento, honestidad y el único con propuestas claras, esgrima un cuarto elemento negativo para detener e impedir el avance de Morena y el candidato de la coalición “Juntos haremos historia”, aprovechando el gran porcentaje de población que no lo quiere en la Presidencia y ya no desgastarse al abanderado de “Por México al Frente”, Ricardo Anaya, porque no les ha dado resultado.
Señalaron que en este mes y días de campaña los mensajes negativos entre los tres aspirantes es lo que han prevalecido, al igual que el discurso de López Obrador los últimos cinco años en contra del gobierno, lo cual ha generado más que simpatías o seguidores convencidos, un sentimiento de encono y de enojo social que se manifiesta en denostaciones e insultos, pero no en un diálogo en donde la población diga qué quiere y cómo lo quiere.
Resaltaron que los tres candidatos le apuestan al voto útil, porque el voto duro de los correligionarios de antaño ya no existe, sin tomar en cuenta que el primero puede ser motivado por el enojo y por la razón; aunque para los escépticos o los indecisos que se deciden a votar, los estudios demuestran que deciden su voto el día de la elección e incluso en el momento en que están en la casilla.
Al referirse a las plataformas digitales dijeron que, en términos generales, todos los candidatos presidenciales no las han utilizado para construir relaciones y, en consecuencia, reflejan conversaciones abandonadas, además de que no hay protocolos de interacción en sus redes sociales, por lo que cada ciudadano interpreta que no es escuchado, aún cuando seguidores y boots llegan a intercambiar comentarios que más que defender a su candidato y sus propuestas se atacan y se insultan entre ellos.
También coincidieron en que los partidos políticos y los candidatos están desaprovechando las redes sociales y las están viendo cómo los medios de comunicación tradicionales, es decir, sólo como emisores de mensajes, pero sin atender las demandas de información, las propuestas; además, hay entre los seguidores cuentas alternas que no se verifican y que pueden estar haciendo el efecto contrario.